Un equipo internacional de más de 100 investigadores del Proyecto Zoonomia comparó los planos genéticos de más de 200 especies de mamíferos para ayudarnos a comprender los orígenes de ciertos rasgos sobre nuestra propia especie, lo que compartimos con otras criaturas y qué especies corren mayor riesgo de extinción en el futuro.
El equipo de Zoonomia, dirigido por Elinor Karlsson y Kerstin Lindblad-Toh en el Instituto Broad del MIT y la Universidad de Harvard, secuenciaron y compararon los genomas de 240 especies de mamíferos, desde murciélagos hasta bisontes, que representan más del 80 % de las familias de mamíferos.
La investigación, que fue publicada en una serie de 11 estudios en la revista Science esta semana, ofrece pistas sobre rasgos excepcionales del mundo de los mamíferos, como por qué algunos pueden oler particularmente bien, por qué otros tienen la capacidad de hibernar durante el invierno y por qué algunas especies han desarrollado un tamaño cerebral extraordinario. Incluso indentificaron la genética que hay detrás de un perro de trineo llamado Balto que ayudó a salvar vidas hace un siglo.
Una de las revelaciones que se destaca es la identificación de regiones de genomas en los mamíferos, a veces se trata solo bases individuales o letras de ADN, que han persistido a lo largo del tiempo evolutivo que, según los científicos, probablemente sean biológicamente importantes.
Un estudio encontró que al menos el 10 % del genoma humano está altamente conservado en otros mamíferos, lo que indica que regiones cruciales para la vida y el desarrollo se han mantenido iguales en todas las especies de mamíferos durante millones de años de evolución. Esto brinda información que podría arrojar luz sobre la salud y el origen de las enfermedades.
Los investigadores sugieren que las regiones conservadas probablemente tengan un propósito y sean lo que llaman "elementos reguladores" que contienen instrucciones sobre dónde, cuándo y cuánta proteína se produce.
Por otro lado, al alinear las secuencias genéticas de las especies y compararlas con sus ancestros, los científicos descubrieron que algunas especies experimentaron muchos cambios en períodos de tiempo relativamente cortos.
"Una de las cosas realmente geniales de los mamíferos es que, en este momento, básicamente se han adaptado para sobrevivir en casi todos los ecosistemas de la Tierra", dijo Karlsson.
En otro estudio los científicos utilizaron genomas de mamíferos para identificar mutaciones genéticas que podrían aumentar el riesgo de enfermedades como el cáncer en las personas. Mientras que otro muestra que los mamíferos habían comenzado a cambiar y diversificarse incluso antes de que la Tierra fuera golpeada por el asteroide que mató a los dinosaurios hace aproximadamente 65 millones de años.
Otro estudio se centró en la aptitud de Balto, un perro de trineo que dirigió un equipo de canes que llevaban suero antidiftérico y que le salvó la vida a niños de Nome, Alaska, en 1925.
El equipo secuenció el genoma de Balto a partir del ADN extraído de sus restos disecados, que están en el Museo de Historia Natural de Cleveland. Al comparar su secuencia de genes con los de otros canes, los investigadores descubrieron que Balto (un 'huskie' siberiano original) era genéticamente más diverso que las razas modernas y que podría haber tenido variaciones genéticas que lo ayudaron a sobrevivir en condiciones adversas.