Los bombardeos ucranianos han dejado nueve civiles muertos y más de una docena de heridos en la ciudad rusa de Donetsk, declaró este viernes el alcalde de la urbe, Alexéi Kulemzin, en su canal de Telegram.
Primero se informó sobre el impacto de un proyectil que alcanzó un autobús, causando la muerte de siete personas, incluida una niña de ocho años. Al parecer, el vehículo sufrió un impacto directo, o muy cercano, y estalló en llamas, según muestran las imágenes del lugar de los hechos. Todos los pasajeros murieron y el vehículo quedó completamente calcinado.
Las fuerzas ucranianas también atacaron directamente el Centro de Traumatología de la República, y habría provocado 10 heridos. Los bombardeos también dañaron y destruyeron parcialmente varias viviendas.
Mientras tanto, el jefe interino de la república de Donetsk, Denís Pushilin, comunicó que los distritos centrales de la capital fueron objeto de un "brutal bombardeo" por parte de las fuerzas ucranianas, que afectó a "un hospital, un parque y edificios residenciales". Además, uno de los proyectiles estalló en pleno estadio 'Olímpico' de Donetsk.
Según los datos del Centro Conjunto para el Control y la Coordinación de Crímenes de Guerra de Ucrania de la república, las fuerzas de Kiev han lanzado decenas de ataques contra Donetsk a lo largo de esta jornada. En total, 9 civiles murieron y 16 resultaron heridos en los ataques contra la ciudad.
El analista internacional Iñaki Gil de San Vicente señaló en declaraciones a RT que Occidente no solo intenta silenciar los ataques de Kiev contra civiles, sino que también apoya y justifica estas hostilidades. En esta línea, sostiene que, de esta forma, los países occidentales buscan legitimar el envío de armas y de mercenarios para que lleven a cabo los ataques.