Ecoactivistas demandan a EE.UU. tras el lanzamiento del cohete Starship de SpaceX en Texas
Varias organizaciones ecologistas demandaron a la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) este lunes por aprobar la ampliación de las operaciones de lanzamiento de cohetes de la compañía SpaceX tras el lanzamiento y la posterior explosión del Starship, informa Reuters.
En su demanda, los grupos ecologistas destacaron que la FAA infringió la ley federal al permitir que los lanzamientos de cohetes se realizaran en el centro de pruebas de SpaceX, en Boca Chica, sin que un estudio de impacto ambiental (EIS, por sus siglas en inglés) lo abalara.
La demanda se presentó 11 días después de que SpaceX realizara el primer lanzamiento orbital de su cohete más grande y potente, Starship, que terminó explotando sobre el golfo de México. Los ecoactivistas afirman que el lanzamiento esparció trozos de hormigón armado y fragmentos de metal a decenas de kilómetros de la plataforma de lanzamiento, que se encuentra junto al Refugio Nacional de Vida Silvestre del Valle Bajo del Río Grande.
Además, según el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU., la explosión también incendió arbustos en una superficie de 1,4 hectáreas y envió una nube de hormigón pulverizado a 10,5 km al noroeste. También declararon que el lanzamiento de la nave espacial fue el último de nueve acontecimientos que contaminan y degradan una zona que alberga especies en peligro de extinción.
Por su parte, el jefe de SpaceX, Elon Musk, confirmó que el lanzamiento "esparció mucho polvo", pero agregó que, según su empresa, "no se ha producido ningún daño significativo al medio ambiente".
"Es vital que protejamos la vida en la Tierra incluso cuando miramos las estrellas en esta era moderna de los vuelos espaciales", subrayó Jared Margolis, abogado del Centro para la Diversidad Biológica, que forma parte del grupo de demandantes. "Los funcionarios federales deben defender la vida silvestre vulnerable y las comunidades de primera línea, no dar un pase a los intereses corporativos que quieren utilizar paisajes costeros atesorados como vertedero de residuos espaciales", agregó.