El "inevitable" estrechamiento de lazos entre Filipinas y EE.UU. podría tener un impacto bastante limitado en la forma en que otros países de la región del sudeste asiático tratan a Taiwán y a China, señalan los expertos.
La observadora diplomática Charmaine Willoughby destacó que en el caso de que se produjera un conflicto en el estrecho de Taiwán, Filipinas "inevitablemente sufriría un daño colateral", lo que explica sus esfuerzos por acercarse a EE.UU. El presidente del país asiático, Ferdinand Marcos Jr., declaró que la relación entre Manila y Washington es esencial en medio de "la situación geopolítica posiblemente más complicada del mundo en este momento", recoge SCMP.
En respuesta, su homólogo estadounidense, Joe Biden, le prometió que la Casa Blanca se mantendría "firme" en su "compromiso con la defensa de Filipinas, incluso en el mar de la China Meridional". "Nos enfrentamos a nuevos desafíos y no podría pensar en un mejor socio para tener que usted", aseguró el mandatario norteamericano durante una conversación con Marcos, recuerda el medio.
Willoughby, miembro de la Junta de Síndicos de la Fundación para el Interés Nacional -un grupo de expertos con sede en Manila-, destacó que Filipinas completó con apoyo de EE.UU. una modernización de sus Fuerzas Armadas y trazó una estrategia de seguridad nacional enfocada en el mar. "Es inevitable que estos movimientos sean en vista de una contingencia de Taiwán", dijo la experta. "Sin embargo, reafirmar la alianza beneficia a los aliados y a la seguridad regional", sostuvo.
No obstante, algunos analistas creen que otros Estados no dejarán que esa alianza influya en su postura con respecto a Taiwán, Pekín y el mar de la China Meridional. "Cada uno de los países de la región tomará sus propias decisiones en función de lo que crea que funciona para ellos", enfatizó Dylan Loh, profesor asistente de política exterior en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
Según sus palabras, a estas naciones les conviene que las relaciones entre Washington y Pekín se mantengan equilibradas, ya que la mayoría de ellas tiene profundos vínculos comerciales con China y no les sale a cuenta apostar únicamente por EE.UU.
Al mismo tiempo, una relación más estrecha entre Filipinas y EE.UU. "por supuesto no es nueva para la región", ya que se trata de dos aliados históricamente cercanos, recordó Aristyo Rizka Darmawan, experto en derecho internacional de la Universidad de Indonesia. De acuerdo con este, algunas naciones del sudeste asiático podrían inclinarse más hacia Washington en el frente marítimo con la perspectiva de un compromiso más fuerte entre sus armadas y las fuerzas de EE.UU.
Sin embargo, naciones como Indonesia y Malasia podrían molestarse por una mayor presencia militar estadounidense en la región, y Washington tendrá que ser "muy cuidadoso para no incomodar a los vecinos" mientras forja lazos más estrechos con Manila, considera Darmawan.
Finalmente, Ngeow Chow Bing, director del Instituto de Estudios de China de la Universidad de Malaya, destacó que los gobiernos de la región son conscientes de que Filipinas está tomando un "camino relativamente arriesgado, aunque comprensible", y seguirán siendo "extremadamente cautelosos" en el tema de Taiwán y respetando las líneas rojas de Pekín respecto a la isla.
- Manila sería fundamental para EE.UU. a la hora de disuadir y responder a un eventual ataque de Pekín contra Taiwán, ya que Filipinas es, de entre sus otros aliados en el Indo-Pacífico (Australia, Corea del Sur, Japón y Tailandia) el más cercano a la isla.
- El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años y es objeto de reclamaciones territoriales y marítimas por parte de varios países: China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia y Brunéi. Se estima que a través de este mar, que cuenta con abundantes recursos de hidrocarburos y pesca, transitan unos tres billones de dólares anuales en comercio marítimo.