Las acciones del banco PacWest, con sede en California, han registrado una caída en sus acciones del 60 % en medio de la agitación que vive el sector bancario estadounidense desde el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) en marzo. Este repentino y drástico desplome generó de inmediato preocupación y angustia entre los inversores y puso en una situación difícil a la entidad, que ahora está evaluando una variedad de opciones estratégicas, entre ellas la venta de sus activos, informó este jueves Bloomberg.
Según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas por tratarse de información privada, se ha iniciado un proceso de subasta formal de la compañía, que tiene alrededor de 44.000 millones en activos. Sin embargo, la ausencia de compradores potenciales interesados está obstaculizando su venta directa.
PacWest, que también está considerando una ruptura o un aumento de capital, emitió este jueves un comunicado a la luz de la caída de sus acciones. "Nuestro efectivo y liquidez disponibles se mantienen sólidos y superan nuestros depósitos no asegurados", indicó la compañía, que "continuará evaluando todas las opciones para maximizar el valor para los accionistas".
¿Cadena de errores?
La situación del PacWest ha reavivado el debate sobre si más prestamistas regionales estadounidense colapsaran al igual que el SVB, el Signature Bank y, más recientemente, el First Republic Bank (FRB). Al mismo tiempo, ha levantado críticas sobre la Reserva Federal de San Francisco, responsable de la supervisión de todos ellos.
De acuerdo con Forbes, el regulador podía ser sometido a una revisión para saber si pasó algún riesgo por alto y si no hizo cumplir los asuntos que requería atención urgente e inmediata. El mes pasado, el principal comité de vigilancia del Gobierno de la Cámara de Representantes de EE.UU. inició una investigación sobre el papel que jugó este y otros reguladores estatales y federales en la quiebra del SVB.
Vale resaltar que el SVB, FRB y PacWest tuvieron un crecimiento de activos muy significativo en un período de tiempo muy breve, una señal de advertencia para los prestamistas, los inversores y los reguladores de que tal vez un banco no cuente con el personal o los sistemas tecnológicos necesarios para medir el riesgo de esos activos. Además, registraron aumentos importantes en los depósitos en solo un par de años, detalla la revista.
En consecuencia, la presidenta de la Fed de San Francisco, Mary Daly, ha sido cuestionada por la eficacia de los supervisores al monitorear y responder a los problemas de los bancos antes de que colapsaran. El periódico New York Post afirma en una publicación de marzo que Daly no tiene experiencia en banca o gestión de riesgos y que pasó por alto todas las señales de advertencia de la inflación galopante que condujo a que las acciones del SVB no valieran nada.
Si bien expertos y medios especializados habían advertidos desde hacía meses de las consecuencias del impacto inflacionario en el sector bancario estadounidense, para cuando la Fed comience a bajar las tasas de interés, quizás en la segunda mitad de este año, puede ser demasiado tarde para muchas entidades, asegura Forbes. No solo las regionales están en riesgo, sino otras más pequeñas, que no cuentan con la diversidad de activos y financiamiento que disfrutan los gigantes del sector, que tienen una mayor probabilidad de sobrevivir a la actual turbulencia.
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