El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, manifestó que el sistema centrado en la ONU actualmente sufre una crisis profunda debido a la intención de varios miembros de la Organización de reemplazar el derecho internacional por 'un orden basado en reglas'.
En un artículo para la revista Russia in Global Affairs publicado este viernes, el canciller destaca que "nadie vio" estas reglas y "está claro que se inventan y se aplican con el objetivo de contrarrestar los procesos naturales de construcción y fortalecimiento de nuevos centros independientes de desarrollo, que son la manifestación objetiva del multilateralismo".
De acuerdo con sus palabras, para disuadir los nuevos centros mundiales se usan "medidas unilaterales ilegítimas", como el cierre al acceso a tecnologías modernas, la expulsión de las cadenas de suministro y la confiscación de la propiedad, entre otras. "Como resultado, [observamos] la fragmentación del comercio mundial, el colapso de los mecanismos de mercado, la parálisis de la OMC [Organización Mundial del Comercio] y la transformación definitiva, ya sin disfraz, del FMI [Foro Monetario Internacional] en un instrumento para alcanzar los objetivos de EE.UU. y sus aliados, incluidos los objetivos de carácter militar", destaca.
Lavrov resalta que Occidente recurre al uso de las mencionadas reglas cuando hay que "justificar pasos ilegítimos contra aquellos que construyen su política en virtud del derecho internacional" y se niegan a doblegarse a los intereses del "mil millones de oro". En opinión del canciller ruso, ya hace tiempo que a los países occidentales les resulta difícil "llegar a un acuerdo en formatos universales, como la ONU".
"Llamemos a las cosas por su nombre: nadie ha permitido que la minoría occidental hable en nombre de toda la humanidad. Debemos comportarnos decentemente y respetar a todos los miembros de la comunidad internacional sin excepción", subraya el jefe de la diplomacia rusa. "Al imponer un 'orden basado en reglas', sus autores rechazan con arrogancia el principio clave de la Carta de la ONU: la igualdad soberana de los Estados", remarca.
Occidente trata de cambiar "los procesos del multilateralismo a nivel regional"
En el artículo, Lavrov destaca también que Occidente tiene la intención de cambiar en interés propio "los procesos del multilateralismo a nivel regional". De esta manera, indica que EE.UU. "exigía a los países latinoamericanos limitar sus lazos con la Federación de Rusia y la República Popular China". Pero esta intención "se topó con la determinación de los países de la región de fortalecer sus propias estructuras multilaterales, sobre todo la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), de defender su derecho legítimo a establecerse como uno de los pilares del mundo multipolar. Rusia apoya plenamente tales aspiraciones justas", asegura el canciller.
Además, EE.UU. y sus aliados tratan de socavar el multilateralismo en la región de Asia-Pacífico, donde "una exitosa arquitectura abierta de cooperación en el ámbito de la economía y la seguridad se formó durante décadas alrededor de la ASEAN", sostiene el jefe de la diplomacia rusa.
"Los enfoques [basados en] bloques que socavan el multilateralismo centrado en la ASEAN se manifiestan en la creación de la Alianza Militar AUKUS, hacia la cual empujan a Tokio, Seúl y varios países de la ASEAN", escribe el canciller, agregando que, "bajo los auspicios de EE.UU., se crean mecanismos de injerencia en cuestiones de seguridad marítima con la mirada puesta en la garantía de intereses unilaterales de Occidente en aguas del mar de la China Meridional".
Por otra parte, Lavrov señala que la OTAN se autorreservó "el derecho" a llevar a cabo cualquier acción arbitraria. "Un claro ejemplo es el bombardeo ilegal de Yugoslavia en 1999, que incluyó el uso de municiones de uranio empobrecido, lo que posteriormente provocó un aumento de los casos de cáncer, tanto entre los ciudadanos serbios como entre los militares de la OTAN", recuerda.
Al mismo tiempo, hablando de las violaciones de la Carta de la ONU, Lavrov menciona "la vergonzosa invasión de Irak por parte de la coalición liderada por Estados Unidos en 2003", al igual que "la agresión contra Libia en 2011". "El resultado es la destrucción del Estado, cientos de miles de muertos y un terrorismo desenfrenado", afirma.
"Una flagrante violación de la Carta de la ONU fue la injerencia estadounidense en los asuntos de los Estados postsoviéticos", continua el canciller. "Se organizaron revoluciones de colores en Georgia y Kirguistán y el sangriento golpe de Estado en Kiev en febrero de 2014. Esto incluye también los intentos de tomar el poder por la fuerza en Bielorrusia en 2020", explica el jefe de la diplomacia rusa.
El canciller señala que, en el contexto de "la histeria" de EE.UU. y la Unión Europea, surge una pregunta: "¿Qué hacían Washington y la OTAN en Yugoslavia, Irak, Libia? ¿Había ahí amenazas a su seguridad, cultura, religión e idiomas? ¿Por qué normas multilaterales se guiaron, declarando la independencia de Kosovo en violación de los principios de la OSCE, destruyendo los Estados estables y económicamente prósperos de Irak y Libia, ubicados a diez mil millas de la costa estadounidense?".
Necesidad de reformar la ONU
Lavrov reitera que la humanidad se ha acercado a una línea muy peligrosa. "La situación se agrava por la pérdida de fe en el multilateralismo cuando la agresión financiero-económica de Occidente destruye los beneficios de la globalización, cuando Washington y sus aliados rechazan la diplomacia y solicitan aclarar las relaciones 'en el campo de batalla'. Todo esto [ocurre] en la ONU, creada para prevenir los horrores de la guerra", enfatiza.
En ese contexto, el ministro hace hincapié en que se requiere "adaptar la ONU" a las tendencias de formación de una arquitectura multipolar en la esfera de las relaciones internacionales. Sostiene también que es necesario acelerar la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para que los países de Asia, África y América Latina estén representados en él.
"Nuestra obligación conjunta es preservar la Organización de las Naciones Unidas como un ejemplo duramente ganado de multilateralismo y coordinación de la política mundial", subraya.
"La clave del éxito es el trabajo conjunto, la abstención de las pretensiones de exclusividad y —repito una vez más— el respeto a la igualdad soberana de los Estados. Esto es lo que todos firmamos cuando ratificamos la Carta de la ONU", concluye el canciller ruso.