La Corte Suprema de EE.UU. detiene la ejecución de un recluso condenado por un asesinato en 1997

Richard Glossip ha tenido nueve fechas de ejecución diferentes desde que se dictara su sentencia de muerte en 1998.

La Corte Suprema de EE.UU. decidió suspender este viernes la ejecución de Richard Glossip, quien fue condenado a muerte por su papel en el asesinato del dueño de un motel de la ciudad de Oklahoma en 1997, tras la aparición de nuevas evidencias que cuestionan la imparcialidad en el juicio, informó Reuters.

Se había programado que Glossip, de 60 años, fuera ejecutado con inyección letal el próximo 18 de mayo, a pesar de que el fiscal general de Oklahoma, Gentner Drummond, aseguró que los hallazgos presentados por un abogado independiente pusieron "en duda la condena".

"Después de una deliberación exhaustiva y seria, he llegado a la conclusión de que no puedo respaldar la condena por asesinato y la sentencia de muerte de Richard Glossip", indicó Drummond, reiterando que presentaría una petición para que el tribunal de apelaciones estatal anulara la sentencia y de esta manera devolver el caso a un tribunal de distrito federal.

Sin embargo, la Corte de Apelaciones Penales de Oklahoma confirmó la pena de Glossip y la Junta de Indultos y Libertad Condicional se negó a otorgarle el indulto luego de que la votación del panel se estancara. Ante esta situación, los jueces del alto tribunal estadounidense aprobaron detener la ejecución indefinidamente mientras se revisa el caso.

"El juicio de Glossip fue injusto y poco confiable", señaló Drummond, enfatizando que "seguirá para asegurar que prevalezca la justicia en este importante caso". No obstante, precisó que la resolución no determina que el condenado "es inocente", aunque aclaró que es "fundamental que los habitantes de Oklahoma tengan fe absoluta en que la pena de muerte se administra de manera justa y segura".

Por su parte, el abogado de Glossip agradeció a "la Corte Suprema de EE.UU. por hacer lo correcto al detener la ejecución ilegal" de su cliente. "No hay nada más angustioso que la idea de ejecutar a un hombre que el estado ahora admite que nunca ha tenido un juicio justo", subrayó.

En 1998, Richard Glossip fue hallado culpable de asesinato en primer grado, por lo que fue sentenciado a muerte. Esto ocurrió luego de que un empleado del motel donde trabajaba lo acusara de que había sido contratado por Glossip para matar al propietario del establecimiento. En 2004, fue nuevamente declarado culpable después de que un tribunal de apelaciones desestimara su condena.

En 2015, la entonces gobernadora de Oklahoma, Maria Fallin, detuvo la ejecución de Glossip debido a las dudas sobre el producto que contenía la inyección letal que le iban a suministrar. Sin embargo, muchos vinculan la suspensión con una carta enviada a las autoridades de Oklahoma por el papa Francisco, que solicitaba la cancelación de la ejecución. Glossip ha tenido nueve fechas de ejecución diferentes desde su condena.