Una de las consecuencias que está teniendo la crisis ucraniana, además de la degradación del orden mundial unipolar, es la formación en Europa de un nuevo equilibrio de poder a favor de los países de Europa oriental. Lo afirmó este viernes el decano de la Facultad de Relaciones Internacionales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (adjunto a la Cancillería rusa) y director de programa del club de debate internacional Valdái, Andréi Sushentsov.
De acuerdo con Sushetsov, en los años 90 del siglo pasado Europa occidental planeaba crear unos 'Estados Unidos de Europa', con su propia política de defensa, independiente de la de EE.UU. "Esto habría reforzado fuertemente la autonomía europea, no solo frente a EE.UU., sino también frente a Rusia y China", destacó. Sin embargo, Europa occidental no aprovechó esta oportunidad. "En cambio, Europa occidental sucumbió a la tentación de extenderse casi hasta las fronteras de Rusia. Y cuando esta extensión ocurrió, de repente se hizo evidente: el viejo núcleo europeo se hizo borroso", constató el analista.
En este contexto, Sushetsov citó el ejemplo de Alemania, "una de las locomotoras estratégicas de Europa de la época saliente". La economía alemana está bajo amenaza por la falta de la energía barata que antes provenía de Rusia. "Berlín perdió la iniciativa en política exterior. La industria alemana y los ciudadanos alemanes están condenados a gastar en energía el triple de lo que gastaban antes", explicó el decano.
"La crisis ucraniana llevó a una situación en la que la voz de los países de Europa oriental, en particular de Polonia, empieza a determinar los intereses europeos en política exterior. Esta situación es única en la historia moderna", escribió Sushentsov. Según el experto, la tarea principal de Varsovia es convertirse en uno de los "principales militaristas europeos" y tomar la iniciativa estratégica en la UE, creando "puntos de tensión" para Rusia, como maniobras cerca de las fronteras con la provincia rusa de Kaliningrado y de Bielorrusia. Así, opina el decano, Polonia, que trata de desempeñar un papel crucial en la crisis ucraniana, aspira a convertirse en el principal protagonista de la UE si el actual conflicto se extiende más allá de Ucrania.
"Resistir a la hegemonía occidental es absolutamente viable"
En cuanto a Moscú, Sushentsov dijo que el despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia que tuvo lugar a finales de marzo "tiene un carácter disuasivo y está encaminado a desilusionar a Varsovia en cuanto a una falta de compromiso de Rusia de mantener el equilibrio de amenazas". "No se descarta que en el futuro la crisis actual con Occidente empiece a recordar los años maduros de la Guerra Fría, con su sistema de disuasión militar mutua entre las partes", añadió.
Además, destaca el cambio del "panorama estratégico de planificación rusa de política exterior". De acuerdo con Sushentsov, actualmente es la primera vez en la historia de Rusia como gran potencia en que Oriente se convierte en el "centro de gravitación mundial".
"Ahora Rusia interactúa no solo con Occidente, sino también con China, la India, Turquía, el oriente árabe, el Sudeste Asiático, África, América Latina", subrayó el experto, agregando que estos países y regiones perciben a Moscú como un "actor activo, autónomo y exitoso". Para muchos países no occidentales el hecho de que Rusia supere las sanciones de Occidente representa "una evidencia de que resistir a la hegemonía occidental no es simplemente un escenario teoréticamente posible, sino también absolutamente viable".
Según Sushentsov, en el contexto de estos procesos la política de EE.UU. también ha pasado de intentar suprimir a Rusia a intentar contener la multipolaridad. "Esta es la razón clave de la viabilidad de la estrategia rusa", concluye.