En medio de más de 330 demandas por abusos sexuales, la diócesis católica de Oakland (California, EE.UU.), se declaró el lunes en bancarrota en un esfuerzo por estabilizar sus finanzas.
Las demandas se originaron después de que una ley de California, aprobada en 2019, levantara temporalmente el plazo de prescripción de las acciones civiles y permitiera a las víctimas que sufrieron abuso sexual cuando eran menores de edad presentar demandas durante un período de tres años, desde el 1 enero de 2020 hasta el 31 diciembre de 2022.
La mayoría de las demandas contra la entidad religiosa se refieren a abusos que supuestamente tuvieron lugar en las décadas de 1960, 1970 y 1980 y fueron cometidos por sacerdotes que ya no ejercen el ministerio o han fallecido, afirmaron desde la diócesis.
"Hicimos la declaración de quiebra porque creemos que este proceso es la mejor manera de apoyar un resultado compasivo y equitativo para los sobrevivientes de abusos, al tiempo que garantizamos que seguimos prestando los servicios esenciales", escribió el obispo Michael C. Barber en una carta dirigida a los feligreses.
Según él, la bancarrota permitirá a la diócesis "estabilizar sus finanzas y continuar la sagrada misión que le confiaron Cristo y la Iglesia".
"Nuestras escuelas no se verán afectadas, ni tampoco, por ejemplo, las caridades católicas, [...] o los cementerios católicos. Los empleados cobrarán como de costumbre y sus programas de prestaciones continuarán sin interrupción", aseguró.
Además, reveló que aunque el plazo de prescripción se cerró el 31 de diciembre de 2022, las reclamaciones recibidas antes de esa fecha se siguen tramitando y la diócesis sigue recibiendo notificaciones de estas. "A fecha de hoy, tenemos más de 330 reclamaciones", detalló. Con sus recursos financieros actuales, la entidad religiosa no podría "asumir la carga de litigar esta cantidad" de demandas, lamentó Barber.
"Estoy profundamente apenado por esta realidad y rezo a diario por todos los afectados. Como nos recuerda el papa Benedicto XVI, hay pecado y maldad en el mundo, incluso en nuestra Iglesia. Pero también hay virtud y misericordia en abundancia", señaló.
"No es pobre, excepto quizás en espíritu"
Mientras tanto, Survivors Network, organización que apoya a sobrevivientes de abuso sexual por parte del clero, también conocida como SNAP, inmediatamente criticó la medida.
"Todo en esta quiebra nos parece mal", escribió el grupo. "Todo se trata de guardar dinero y secretos", condenó.
Los sobrevivientes de SNAP dijeron que la diócesis Oakland no merece declararse insolvente porque posee 200 millones de dólares y numerosas hectáreas de terreno. "No es pobre, en nuestra opinión", dijeron, "excepto quizás en espíritu e integridad".