El presidente del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes de EE.UU., James Comer, ha declarado este miércoles que registros bancarios mostraron que "la familia de Biden, sus asociados y sus empresas recibieron más de 10 millones de dólares de ciudadanos extranjeros y sus compañías".
"Esto no es cómo operan los negocios legales", subrayó Comer, al señalar que parte del dinero provino de una compañía china y acabó en una empresa de Hunter Biden, mientras que "otras transferencias se efectuaron con la ayuda de Rob Walker", involucrando a "diferentes miembros de familia Biden".
"Ciudadanos chinos afiliados con los Biden crearon sociedades de responsabilidad limitada [LLC] en Estados Unidos y luego, en un breve período de tiempo, transfirieron sus intereses a una compañía china, que envió el dinero a los Biden", explicó.
El comité obtuvo miles de páginas de registros financieros que permitieron arrojar luz sobre "el tráfico de influencias y los esquemas empresariales de la familia Biden" y revelar cómo "utilizaron complicadas transacciones para ocultar los pagos de ciudadanos extranjeros", indica el comunicado oficial.
Así, los integrantes del comité, de predominancia republicana, descubrieron que los Biden crearon más de una decena de empresas en la época cuando Joe Biden era vicepresidente y trataron de evitar el escrutinio. "Los Biden intencionadamente trataron de ocultar, confundir y encubrir sus esquemas de tráfico de influencias, pero los registros bancarios no mienten", afirmó Comer.
Las tramas generan serias preguntas sobre los objetivos de los extranjeros a la hora de acercarse a los Biden y sobre lo que esperaban a cambio de esa colaboración, así como también plantean la duda acerca de si hicieron peligrar la seguridad nacional de EE.UU., agregó.
Según se desprende de los documentos estudiados, las actividades de los Biden y sus asociados en Rumanía dejaron claros indicios de un esquema del tráfico de influencias entre 2015 y 2017. Los familiares del actual mandatario estadounidense recibieron a través de un asociado suyo más de un millón de dólares de una empresa controlada por el rumano Gabriel Popoviciu, acusado de corrupción.