Un alto editor de la BBC, que actualmente es miembro de la junta directiva de esa corporación mediática británica, trató de impedir que un colega investigara una dudosa declaración de tiempos de la campaña del 'Brexit', según la cual el Reino Unido estaba pagando 350 millones de libras a la semana al sistema sanitario de la UE.
Escrita sobre un autobús rojo de la campaña 'Vote Leave', esa suposición, defendida por el entonces exalcalde Boris Johnson y sus partidarios antieuropeístas y acompañada por la propuesta de invertir a cambio esos fondos en el sistema de salud británico, quedó plasmada en uno de los memes más fuertes que en 2016 llamaron a salir del bloque comunitario.
En un reciente libro titulado 'Why Is This Lying Bastard Lying To Me?' ('¿Por qué este bastardo mentiroso me está mintiendo?'), Rob Burley, exeditor de la BBC, sostiene que tras las votaciones sugirió investigar la veracidad de dicha declaración, idea que dejó "horrorizado" a Gibb, entonces editor de programas políticos en directo.
Gibb quiso evitar las acusaciones de que la BBC no aceptaba el resultado de la votación del Brexit, señala el autor, citado por medios locales.
"Todo estaba ya hecho, me dijo [Gibb]. Era hora de pasar la página [...] Pensó que cualquier cosa que hiciera volver la vista atrás, al referéndum, les parecería a los votantes un intento de revisarlo", recuerda Burley.
En defensa de su postura, Gibb declaró para el libro que "no es verdad que los políticos mientan todo el tiempo".
"Los 350 millones de libras no eran una mentira en absoluto. Eran sólo parte de la campaña. A nadie se le ocurre cuestionarlo cuando los laboristas hablan de 24 horas para salvar el Servicio Nacional de Salud (NHS), pero cuando se trata de Boris Johnson, sí", comentó.
Burley subraya que las objeciones de Gibb fueron finalmente ignoradas y la aseveración fue investigada. Sostiene que hacer rendir cuentas a los partidarios del Brexit por sus afirmaciones "era y sigue siendo justificable periodísticamente".
La revelación se produce dos semanas después del anuncio sobre la dimisión del presidente de la BBC, Richard Sharp, tras publicarse un informe que revela que ayudó al exprimer ministro británico Boris Johnson a conseguir un préstamo de 800.000 libras esterlinas (996.000 dólares) y ocultó esa información.