El presidente de Argentina, Alberto Fernández, explicó este viernes que no buscó la reelección porque prefirió dedicarse a la gestión y no distraerse con una campaña que le hubiera quitado tiempo para enfrentar los problemas económicos que padece el país sudamericano.
"Yo sé lo que es una campaña presidencial, es un desgaste físico singular y lo que necesito es dejarle al próximo presidente o presidenta un país más ordenado", dijo el mandatario en una entrevista exclusiva con Radio 10, a solo cinco meses de las elecciones presidenciales.
"Un amigo me decía que me bajé tempranamente de la candidatura. Le dije que tenía que gobernar y no podía ser candidato, pero además tengo que preservar la unidad del espacio (gobernante). Estoy acá como militante de la política, nunca creí que todo esto fuera mío", explicó.
El próximo 22 de octubre, los argentinos elegirán presidente, vicepresidente, 130 diputados y 24 senadores. Antes, el 13 de agosto, cada partido o coalición deberá realizar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de todos sus candidatos.
En el caso del oficialismo, Fernández anunció el mes pasado que no competiría por la reelección, lo que dejó abierta la competencia a una larga lista de postulantes, entre los que se incluyen el ministro de Economía, Sergio Massa; el excandidato presidencial y embajador en Brasil, Daniel Scioli, e incluso la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La definición del oficialismo está cargada de tensión porque el presidente y la vicepresidenta rompieron políticamente. Además, Massa ha pedido que no haya PASO y se defina un candidato de consenso, en tanto que Fernández de Kirchner todavía juega con la posibilidad de ser candidata presidencial por tercera vez.
El factor Cristina
En ese sentido, Fernández reconoció que no coincide con la propuesta de su ministro de Economía, ya que prefiere que haya elecciones internas, aun si la vice se postula.
"Quienes quieran participar que participen. Si Cristina quiere ser candidata, le sobra legitimidad para hacerlo. Si nadie se quiere presentar frente a Cristina, veremos qué sucede, pero si alguien quiere competir contra ella, no puedo impedirlo", explicó.
Para Fernández, no se trata de "ceder o no ceder" ante la insistencia de Massa de evitar la elección interna para evitar un mayor desgaste del Gobierno.
"Tenemos una mirada conceptual distinta, no cambia nada mi respeto por él. No creo que lo que desestabilice a la gestión de un Gobierno sea la democracia interna del espacio que gobierna. Eso es tanto como decir que la democracia se debilita con la democracia", señaló.
El oficialismo, advirtió, debe entender que gobierna y tener mayor sensatez que la oposición.
"No creo que la dirigencia de nuestro espacio ponga en riesgo la gobernabilidad por unas PASO, porque creería que estoy militando en un espacio de energúmenos y no creo eso. Los problemas que generan la inestabilidad en Argentina son los poderes concentrados que tienen a sus voceros en la oposición. Confío en mis compañeros", dijo.
Balance
A pesar de que las encuestas coinciden en que en la recta final de su Gobierno su popularidad no supera el 30 %, el presidente aseguró que dejará el cargo con la tranquilidad de haber hecho todo los posible, a pesar de los obstáculos que tuvo que sortear desde que comenzó a gobernar en diciembre de 2019.
"Sinceramente, nos tocó de todo", dijo al enumerar la abultada deuda que recibió como herencia de su antecesor, Mauricio Macri, a lo que luego se sumaron de manera consecutiva la pandemia de coronavirus, el conflicto en Ucrania y la sequía que privó a Argentina del ingreso de 20.000 millones de dólares.
"Aun así, la economía siguió creciendo", señaló al reconocer que el problema que no se logra controlar es la inflación, que supera el 100 % anual y que es una de las más altas a nivel mundial.
En este contexto, explicó, la semana pasada, cuando se reunió con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le propuso que se organizaran porque el mundo va a requerir alimentos y ambos países son productores a gran escala.
Por otra parte, el presidente exigió responsabilidad a los opositores que, como parte de sus precampañas, están promoviendo una devaluación e incluso la dolarización de la economía.
"Me impresiona que los jóvenes crean en esas ideas, los llamados 'liberales' son los mayores defensores del sistema injusto en el que vivimos, porque la dolarización solo favorece a poderosos, no a los trabajadores", señaló.