Los ministros de Finanzas y los gobernadores de bancos centrales de los países que forman el Grupo de los Siete (G7) prometieron enviar más ayuda a Ucrania y establecieron un nuevo plan de cadena de suministro.
"Estamos firmemente comprometidos a seguir atendiendo las urgentes necesidades de financiación a corto plazo de Ucrania", dijeron en un comunicado conjunto publicado tras su reunión de tres días en Niigata (Japón). Según el documento, la ayuda para Kiev hasta principios de 2024 se elevó a 44.000 millones de dólares, en una medida que permitió al Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobar 15.600 millones de dólares de apoyo durante cuatro años.
Por otro lado, el texto advierte sobre la "mayor incertidumbre" que rodea la economía global y señala la necesidad de mantenerse "ágiles y flexibles" en la política económica.
En este sentido, los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de EE.UU., Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón se comprometieron a colaborar con políticas macroeconómicas para mantener la estabilidad y resiliencia del sistema financiero.
"Seguiremos trabajando de cerca con las autoridades de supervisión y regulación para monitorear los desarrollos del sector financiero y estaremos listos para tomar las medidas apropiadas para mantener la estabilidad financiera y la resiliencia del sistema financiero global", reza el documento.
Otro de los temas discutido fue un acercamiento al Sur Global con un mayor apoyo a los países de ingresos bajos y medianos. Su objetivo es lanzar la Asociación para la Resiliencia e Inclusión de la cadena de suministro (RISE, por sus siglas en inglés) con el objetivo de construir cadenas de suministros sólidas con las naciones en desarrollo hasta fin de año.
Sin embargo, mientras EE.UU. presiona para reducir la dependencia de China, otros miembros del grupo optan por un enfoque más matizado.
El canciller de Hacienda del Reino Unido, Jeremy Hunt, habló de eliminar riesgos en lugar de desvincularse del gigante asiático, recoge Bloomberg. "Nadie dice que no deberíamos comerciar con China. Todo el mundo dice que, en ciertas áreas específicas, no solo en los semiconductores, debemos evitar la dependencia, debemos diversificar nuestras cadenas de suministro", sostuvo.
Asimismo, el comisario de Economía de la Unión Europea, Paolo Gentiloni, advirtió sobre el "riesgo muy grave para la economía global" que tendría una disociación. "De lo que estamos hablando no es de cerrar nuestro comercio con China, sino de hacer que nuestras cadenas de suministros sean más seguras en algunos sectores estratégicos, como los minerales raros", dijo.
Las conversaciones en Niigata se llevan a cabo en preparación para una cumbre de líderes del G-7 en Hiroshima la próxima semana.