Un controvertido desfile de modas causa indignación y vergüenza en Colombia por haber utilizado a dos mujeres de la comunidad indígena emberá, una de ellas con un bebé en brazos, en el centro de la pasarela como si fueran un "florero decorativo".
A través de la red social Twitter, la periodista de modas Lux Lancheros publicó un video del polémico desfile, en el que se observa a las mujeres mientras los modelos realizan la pasarela exhibiendo trajes de baño.
"La moda colombiana lo vuelve a hacer de la manera más vergonzosa. Esta marca, en Eje Moda, pone a dos mujeres emberá con un bebé en el centro de la pasarela como florero decorativo, como objetos de exhibición, cual país colonizador con las personas racializadas en el siglo XIX", comentó la reportera.
La publicación de Lancheros se convirtió en tendencia en la red social con más de 336.000 visualizaciones y miles de interacciones en contra de la utilización de las mujeres indígenas como "objetos" para este tipo de eventos. La mayoría de los usuarios calificaron el hecho de bochornoso, abusivo y, en sí mismo, una apología a la colonización, la esclavitud y la explotación.
Entre los comentarios de rechazo también se mencionaron otros incidentes parecidos, donde marcas del mundo de la moda han utilizado a personas de origen indígena, afrodescendiente o con alguna condición física o intelectual especial, para mostrarse como "inclusivos", cuando en realidad muestran es su "estirpe" supremacista.
Reacciones
"¿Cómo no es que no muere está práctica de poner, en este caso mujeres y un bebé que hacen parte de una comunidad vulnerable, como floreros en la mitad de una mesa? ¿Qué paso por la cabeza de quién tuvo la idea y de quienes la apoyaron?, ¿Qué entienden por inclusión? ¿Entienden qué es perpetuar prácticas coloniales?", escribió una usuaria de Twitter.
Otro tuitero respondió al video con una foto en la que aparece el expresidente Iván Duque ofreciendo unas declaraciones en el centro de un podio, mientras debajo de él había varios indígenas.
En otra foto aparece una familia adinerada de Colombia, mientras al fondo se ven dos mujeres afrodescendientes vestidas de sirvientas y cargando bandejas para servirles té o café.
"La moda colombiana siendo moda colombiana", comentó una usuaria. "Odio que gente así tenga plata para hacer estás vainas", agregó otra tuitera. "El futuro de la moda y hacen una vaina sacada de los tiempos de la esclavitud", aseveró una persona más.
Por su parte, Jonathan Marín, un cura jesuita dijo: "Voy un poco más allá: ¿No es esto lo que pasa en las calles de las capitales de Colombia? ¿No son 'pasarelas' las aceras en donde bailan los indígenas con sus hijos en brazos y en donde continuamos la vida como si nada pasara? Hemos normalizado la barbarie".
En medio de la polémica, rechazada por la gran mayoría de las personas, un hombre se manifestó a favor del evento al considerar que las mujeres habrían sido beneficiadas porque les pagaron por estar ahí. "Pues le dieron trabajo, seguro lo que se ganaron en ese desfile no se lo ganarán como lo hacen normalmente, que es pidiendo limosna, dejen de joder con eso".
En alusión a ese comentario, la periodista Lancheros respondió: "Ese es el problema: no es un homenaje. Es prolongar una forma de explotación. Volverán a estar como siempre luego de estar ahí".
La diputada por el departamento de Risaralda, Paola Nieto, aseveró que "la diversidad y la inclusión no pueden ser solo una pose", tras calificar como un desacierto el uso de las mujeres emberá para el desfile, porque "envían un mensaje de violencia, [de] cosificación de la mujer indígena".
Otra tuitera también denunció que los organizadores del evento se habrían aprovechado de la necesidad de las indígenas y que estarían cometiendo delito de explotación a un menor, por lo que mencionó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para que revise el caso.
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