El canciller alemán Olaf Scholz cree que el entrenamiento de pilotos ucranianos para el uso de los aviones de combate de fabricación estadounidense F-16 forma parte de "un proyecto a largo plazo". Así lo declaró este domingo al margen de la cumbre del G7, que se celebra en la ciudad japonesa de Hiroshima.
De acuerdo con Scholz, Washington aún no había decidido definitivamente "qué habrá al final del entrenamiento", anunciado la jornada anterior por la Casa Blanca.
El mandatario alemán señaló que el proyecto de capacitación, ante todo, es un mensaje a Moscú de que el apoyo occidental a Kiev no disminuirá. "El mensaje sigue siendo: Rusia debe retirar sus tropas", subrayó.
Este sábado, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, confirmó que el presidente de EE.UU., Joe Biden, había informado a los líderes del G7 de que Washington "apoyará los esfuerzos conjuntos para el entrenamiento de los pilotos ucranianos en el manejo de cazas", abriendo de esta manera la posibilidad de su futuro suministro a Kiev.
Según Sullivan, hoy en día "es momento de mirar hacia el futuro y decir qué necesitará Ucrania para su fuerza [militar] futura".