Planean privar al exlíder soviético Leonid Brézhnev del título de ciudadano honorario de Kiev

La propuesta será considerada por los concejales de la capital ucraniana el próximo jueves.

Miembros de la Rada de Kiev, cuerpo legislativo de la capital de Ucrania, evaluarán el próximo 25 de mayo la propuesta de despojar del título de ciudadano honorario al difunto líder de la Unión Soviética Leonid Brézhnev (1906-1982). El plan de abordar el tema en vísperas del Día de Kiev, que se celebra habitualmente el último domingo de mayo, fue anunciado este lunes por el teniente de alcalde Vladímir Bondarenko.

Según el funcionario, los criterios para retirar el título no solo son aplicables a este personaje histórico, sino también a otros que ocuparon distintos cargos en el liderazgo del Partido Comunista de la Unión Soviética o sus órganos territoriales, tanto en la República Soviética Socialista de Ucrania (RSSU), como en otras repúblicas, según un proyecto de resolución difundido por el Ayuntamiento de Kiev.

Brézhnev nació a orillas del río Dniéper, en el entonces poblado de Kámenskoye de la gobernación de Yekaterinoslav del Imperio ruso a finales de 1906. A lo largo de su trayectoria, sirvió en el Ejército Rojo durante la Gran Guerra Patria, se desempeñó como diputado de la Rada Suprema de la RSSU y fue primer secretario, sucesivamente, de dos comités provinciales del partido en la misma república.

Luego, fue designado para dirigir el partido gobernante en Moldavia y Kazajistán, y finalmente fue secretario general del mismo a nivel de toda la Unión Soviética, ocupando también en dos períodos —y hasta su muerte— el cargo de presidente del Presídium del Soviet Supremo de la URSS.

Bajo el liderazgo de Leonid Brézhnev, muchos funcionarios de ascendencia ucraniana accedieron a distintos altos cargos en el mando político del país.

En 1981, un año y medio antes de su fallecimiento, el secretario general asistió a la inauguración en Kiev del majestuoso monumento a la Madre Patria, que conmemora la aportación del pueblo soviético a la derrota del nazismo y sigue siendo desde entonces una de las esculturas más altas del mundo.

Las autoridades de su localidad natal, que forma parte de la provincia de Dnepropetrovsk, se negaron en enero pasado a demoler el busto de Brézhnev, instalado allí en 1976, y pospusieron la consideración del tema por falta de fondos para retirar la escultura.