El ministro irlandés de Salud, Stephen Donnelly, anunció este lunes que había firmado una nueva ley para que a partir de mayo de 2026, las bebidas alcohólicas incluyan en el etiquetado advertencias sanitarias que describan los efectos nocivos de su consumo.
En particular, la norma obligará a los fabricantes indicar en los envases el contenido calórico, los gramos de alcohol, así como también los riesgos relacionados con el cáncer y las enfermedades hepáticas, afirmó el titular y agregó que Irlanda "se convertirá en el primer país del mundo" en implementar la medida.
Donnely indicó que la nueva ley otorgará a los consumidores "más conocimientos" sobre el contenido de las bebidas alcohólicas y "los riesgos para la salud asociados" a su consumo.
"Muchas personas disfrutan de las bebidas [alcohólicas], eso está bien. Pero hay serias implicaciones para la salud", advirtió. La investigación que se llevó adelante entre la ciudadanía demostró que "la mayoría de nosotros no somos conscientes de muchas de las implicaciones para la salud", sostuvo.
El anuncio tiene lugar después de que la semana pasada el Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) presentara una denuncia ante la Comisión Europea por algunos artículos de la norma, a los que califica de "incompatibles con la legislación de la Unión Europea (UE)" y que "constituyen un obstáculo injustificado y desproporcionado para el comercio" en el marco de la legislación del bloque comunitario.
Según declaró el presidente del CEEV, Mauricio González-Gordon, las reglas irlandesas "fragmentarán el mercado único de la UE al afectar su correcto funcionamiento, dificultando de facto el acceso de productos de otros Estados miembros a Irlanda y generando así una clara discriminación de los productos importados".