El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, afirmó que el error contable de 3.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania por parte del Pentágono sirve para seguir apoyando a Kiev, al tiempo que aseguró que los contribuyentes estadounidenses no tienen por qué preocuparse.
Durante una entrevista concedida a la CNN el domingo, Sullivan fue inquirido por el presentador Jake Tapper sobre "la extraña confesión" sobre esos 3.000 millones de dólares extra, que "proporciona mucho alimento" a los que critican el envío de ayuda a Kiev y denuncian una falta de supervisión de los fondos.
"No es dinero que salió por la puerta y desapareció. Esto no es un despilfarro de esos 3.000 millones. Es simplemente un recuento de cuánto equipo militar les hemos dado. Y la forma en que el Pentágono lo contabilizaba era cuál es el coste de sustitución del equipo que proporcionamos, en lugar del coste real de ese equipo. Una vez hecho ese ajuste, resulta que tenemos 3.000 millones de dólares adicionales que podemos gastar para proporcionar aún más armas a Ucrania", explicó Sullivan.
En esa línea, recalcó que "al final, no habrá desaparecido ni un céntimo de dólar ni se habrá asignado mal". Sin embargo, el alto funcionario admitió que habría sido mejor si el Pentágono hubiera acertado "en cuanto a la contabilidad por adelantado", pero garantizó a los contribuyentes que pueden estar "seguros de que ese dinero se está gastando de forma eficaz y adecuada" para que Ucrania obtenga "lo que necesita".
El reconocimiento del fallo de contabilidad, que se produjo debido a que el Pentágono sobrevaluó algunas de las armas enviadas a Ucrania, se produce en medio de críticas de congresistas republicanos sobre la prolongación de la ayuda militar de Washington a Kiev, que alcanza 37.300 millones de dólares desde el inicio del conflicto con Moscú en febrero de 2022.
Así, a finales de abril 19 republicanos de la Cámara de Representantes y del Senado enviaron una carta al presidente Joe Biden en la que propugnaron que la "ayuda ilimitada" a Ucrania "debe llegar a su fin", señalando que los continuos envíos de armas a Kiev pueden hacer escalar el conflicto y "crear una peligrosa guerra subsidiaria".
Desde Moscú han advertido en reiteradas ocasiones que la ayuda militar de EE.UU. y sus aliados, así como el entrenamiento de efectivos ucranianos, la provisión de datos de inteligencia y otros tipos de apoyo a Kiev solo buscan prolongar el conflicto y no encontrar una solución pacífica.