Detenidas tres personas en España por los insultos racistas a Vinícius Jr.

La Policía Nacional de España detuvo en Valencia a tres personas, varones de entre 18 y 21 años, relacionadas con los insultos racistas que recibió el jugador brasileño de fútbol Vinícius Junior el pasado domingo en el estadio de esa ciudad. 

La propia Policía, a través de su cuenta de Twitter, confirmó la detención y las acusaciones por delito de odio. Poco antes se había hablado de "personas identificadas", según la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé.

Bernabé afirmó que las investigaciones, tanto policial como judicial, siguen en marcha y no se descarta que se produzcan nuevas identificaciones y detenciones. Para ello, se continúan analizando las cámaras del estadio, las grabaciones de los medios de comunicación y las imágenes subidas en redes sociales.

Otros cuatro detenidos por otro delito racista contra Vinícius

Apenas tres horas antes, la Policía informó de la detención de 4 personas acusadas de haber ahorcado a un maniquí con la camiseta de Vinícius, en un puente cercano a la ciudad deportiva del Real Madrid, antes de un derbi contra el Atlético de Madrid en la Copa del Rey el pasado enero.

Se trata de cuatro jóvenes de 19, 21, 23 y 24 años, que fueron identificados por dispositivos policiales desarrollados para prevenir la violencia en el deporte. El maniquí apareció colgado junto a una pancarta que decía: "Madrid odia al Real".

Por estos hechos La Liga presentó una denuncia ante los juzgados y la Brigada Provincial de Información inició investigaciones de oficio. Tras analizar numerosas huellas dactilares, matrículas de vehículos y redes sociales, se logró la identificación de varios individuos, algunos de los cuales habían sido condenados por participar en la pelea en la que se produjo el asesinato de un hincha del Deportivo C.F. en 2014.

Cuatro meses después del inicio de las investigaciones, se han producido las primeras detenciones. Tres de los individuos son integrantes del Frente Atlético, según recoge La Razón. Todos ellos están acusados de delitos de odio, mientras que el supuesto cabecilla cuenta con antecedentes por un delito de lesiones.