El Ministerio de Petróleo y Energía noruego reabrió oficialmente el martes el campo Njord, en el mar de Noruega, después de finalizar unas mejoras en la plataforma y la unidad flotante de almacenamiento y descarga.
Según el titular de la cartera, Terje Aasland, "la exportación de petróleo y gas noruegos a Europa nunca ha sido más importante que ahora" y reanudar la extracción de ambos hidrocarburos en el yacimiento, interrumpida desde 2016 hasta 2022, "contribuye a que Noruega siga siendo un proveedor estable de gas para Europa durante muchos años".
Al mismo tiempo, el país y sus empresas extractoras tienen expectativas de aumentar la producción buscando nuevos yacimientos en regiones árticas remotas. El canal CNBC recogió varias declaraciones por parte de Oslo sobre sus planes de ofrecer a las compañías del sector una cantidad récord de bloques de exploración de petróleo y gas en el mar de Barents, en aguas limítrofes con Rusia.
A finales del mes pasado, Aasland dijo que la industria no debería "dejar ni una piedra sin remover" en la búsqueda de nuevos yacimientos. A su vez, un portavoz de la compañía estatal Equinor señaló al medio norteamericano que la empresa espera acceder a una "nueva superficie atractiva en el mar de Barents" en donde poder "explorar más".
Este énfasis en la explotación petrolera y gasística del Ártico choca con la fuerte oposición de los grupos ambientalistas locales. Los Amigos de la Tierra Noruega, WWF-Noruega y Greenpeace Noruega tacharon la iniciativa de "vergonzosa", "extremadamente imprudente" y "un dedo medio al Acuerdo de París".
El jefe de la oficina nacional de Greenpeace, Frode Pleym, dijo a CNBC que "la extracción de petróleo en el Ártico es como echar gasolina al fuego". En su opinión, las autoridades y empresas del país deben dejar de "explotar cínicamente" el conflicto en el este de Europa.
"La agresiva y codiciosa política petrolera de Noruega no solo consolida la posición de Oslo como uno de los principales proveedores de energía de Europa, sino que encierra a todo un continente en una futura dependencia de los combustibles fósiles. La alternativa al petróleo y el gas no es más petróleo y gas: es más eficiencia energética y energías renovables", defendió Pleym.
Otro líder ambientalista, Truls Gulowsen, de los Amigos de la Tierra Noruega, recordó que pasar de la exploración a la producción puede llevar cerca de 15 años. "Noruega está obteniendo grandes ganancias de los precios de la energía en Europa y pocos países tienen una base tan sólida para liderar la política climática", apuntó.
Noruega ha extraído petróleo y gas de su plataforma continental durante más de 50 años. Actualmente, se estima que alrededor de dos tercios de sus recursos petroleros no reconocidos pero disponibles para su exploración se ubican al norte del país, en el mar de Barents.