La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, dijo este jueves en un acto masivo en Buenos Aires que es perseguida y odiada por la élite de su país porque es "del pueblo".
"¿Por qué creen que me odian, persiguen y me proscriben? Porque nunca fui de ellos ni lo voy a ser, hagan lo que hagan, me quieran matar o meter presa, yo soy del pueblo y de ahí no me muevo", expresó Fernández en el acto del peronismo, que se realizó para conmemorar los 20 años de la llegada al poder de Néstor Kirchner (2003-2007).
En su alocución hizo un repaso por la historia reciente del país suramericano, recordando la crítica situación en la que se encontraba la nación en 2003 cuando asumió la Presidencia su entonces esposo y la mejoría que se hicieron en los siguientes 12 años, hasta 2015.
Señaló que después de tres períodos de Gobierno, uno de su difunto esposo y dos de ella (2007-2011 y 2011-2015), pudieron dejarle a los argentinos "un país mucho mejor" que el que habían recibido.
"Tampoco era Disneylandia. Me parece que aquel día cuando rendimos cuenta en esta plaza y dijimos que habíamos llegado con la deuda defaulteada y nos íbamos desendeudados. El nivel de endeudamiento no solo era ínfimo, las familias tampoco estaban endeudadas, ni las empresas, porque el salario era el más alto de América Latina", subrayó.
"Nuevamente endeudada"
La vicepresidenta recalcó que, no obstante, la situación se tornó crítica nuevamente durante los cuatro años siguientes, durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019).
"¿Qué fue lo que recibimos cuando volvimos en el 2019? Nuevamente endeudada la Argentina en dólares. Fuimos en el año 2016 y 2017 el país en el mundo que más deuda en dólares tomó, y esto, cuando no se pudo pagar, pasó lo que pasó", remarcó.
En ese punto hizo una fuerte crítica al Fondo Monetario Internacional (FMI) por el millonario préstamo que hizo a la administración de Macri.
"Otra vez el Fondo Monetario, pero con un adicional, ya no era los préstamos 'stand by' más o menos normales que se daban a todas las economías de la región o de otras partes del mundo por parte del organismo multilateral, le dieron para que pudiera ganar las elecciones 57.000 millones de dólares, un préstamo inédito e insólito", indicó la vicepresidenta, que manifestó que "ni así pudieron ganar las elecciones".
La funcionaria reconoció las diferencias que ha tenido con la actual administración del presidente Alberto Fernández, principalmente en el manejo de la economía; sin embargo, enfatizó que "a pesar de los errores, equivocaciones o diferencias, este Gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri".
Críticas a la Justicia
La vicepresidenta hizo duras críticas al Poder Judicial de su país, del que dijo que "se ha evaporado entre las tramoyas de una camarilla indigna para la historia de la Argentina".
"No importa si es un jurista de una u otra orientación, pero, por favor, los argentinos se merecen volver a tener una Corte Suprema de Justicia que sea llamada como tal sin ponerse colorado, se lo pido a todos los partidos políticos de la República Argentina. Es la imagen del país también", expresó ante la multitud.
En esa misma línea, Fernández de Kirchner dijo que hay que "repensar el diseño institucional argentino", porque no se puede "seguir con la rémora monárquica de personas que son designadas de por vida y que nunca más rinden cuentas a nadie ni a nada", y cuyos patrimonios "no se conocen".
"Renovar el pacto democrático"
La vicepresidenta también abogó en su discurso por "renovar el pacto democrático" y recordó, en ese sentido, cuando Raúl Alfonsín llegó a la Presidencia de Argentina en 1983 después de poner fin a la dictadura cívico-militar que vivía el país desde 1976.
"En una plaza como esta, desde los balcones de aquel Cabildo, un argentino que no era de mi partido había ganado las elecciones afirmando ser la vida y la paz, junto a miles y miles de jóvenes como ustedes, que horrorizados por la tragedia de la dictadura reclamaban un país diferente, donde los que no piensan igual no son enemigos, sino que solo son adversarios, donde quedaba erradicado y prohibido quitarle la vida al que no pensaba igual", expresó.
Al respecto, dijo que "hay que volver a renovar ese pacto". "Cuando escucho y dicen 'hay que acabar con el peronismo o el kirchnerismo', ¡por favor! Si con ganarle alcanza, por qué tenemos que llegar al exterminio del otro", cuestionó.
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