El exteniente de policía ecuatoriano Germán Cáceres fue condenado a 34 años y ocho meses de prisión por el feminicidio cometido contra su esposa, la abogada María Belén Bernal, cuyo caso conmocionó a la nación sudamericana, según informó el jueves la Fiscalía General de Estado.
El Tribunal de Garantías penales de Pichincha aplicó contra Cáceres la pena máxima en el país para el delito de feminicidio e impuso una reparación de 234.600 dólares a favor de los familiares de la víctima. Mientras, el teniente policial Alfonso Camacho, acusado del presunto delito de omisión, fue declarado inocente.
El asesinato ocurrió la madrugada del 11 de septiembre, cuando Bernal acudió a la Escuela Superior de Policía General Alberto Enríquez Gallo, en Quito, a visitar a su esposo. Diez días después, su cuerpo fue hallado en el cerro Casitagua, ubicado detrás de la institución policial. Mientras, Cáceres se fugó del país después de presentar su versión en la Fiscalía y no fue capturado hasta finales de diciembre en Colombia.
La autopsia reveló que la abogada quiteña falleció estrangulada por su esposo en medio de una discusión a raíz de una marca en el cuerpo de Cáceres identificada por su esposa. Según el examen médico, Bernal tuvo una fractura en la parte media del cartílago tiroides, lo que confirmó la versión del atacante de que aplicó una llave de artes marciales sobre su pareja y lo que se escuchaba en un audio grabado por la víctima antes de ser asesinada.
En la grabación, que se filtró esta jornada, se escucha al hombre decirle a Bernal que había tenido un encuentro sexual con otra mujer y le había "visto la cara" por cinco años, además de repetidos pedidos de auxilio por parte de la abogada, reporta El Universo.
"Seguiré en las calles", dice la madre de Bernal
Al término de la audiencia, la madre de la víctima, Elizabeth Otavalo, declaró sentirse "conforme" con la sentencia "porque es lo máximo que determina la norma", sin embargó, aseguró que con ello no se terminará el sufrimiento. "Esto no me devuelve a mi María Belén. Seguiré en las calles", aseveró.
Asimismo, anticipó que apelarán la decisión de absolver a Camacho, quien se encontraba en la institución el día del crimen y que, según la Fiscalía, escuchó los gritos de Bernal y vio su cuerpo tendido sobre la cama de Cáceres. "Esto continúa, esto está sentado en piedras, vamos a seguir y vamos a apelar porque él es culpable", señaló Otavalo.
En los exteriores del Complejo Judicial Norte, en la capital ecuatoriana, donde se desarrollaba la audiencia, grupos feministas realizaron un plantón exigiendo la pena máxima contra Cáceres.