El Frente de Guerra Nororiental (FGNO) del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se atribuyó el atentado con explosivos en el municipio de Tibú (Norte de Santander) que dejó, según cifras oficiales, dos policías y una civil muertos.
En un comunicado difundido en las redes, el grupo guerrillero que se mantiene en negociaciones con el Gobierno de Gustavo Petro desde noviembre pasado, reconoció que había realizado una "acción" de activación de "minado" contra una patrulla de la Policía Nacional.
La explosión, ocurrida en la vía que conecta con la ciudad de Cúcuta, tuvo lugar cuando el vehículo de la Policía Nacional llevaba a cabo labores de control. El estallido destrozó uno de los lados del automóvil y alcanzó a una mujer que circulaba en motocicleta.
La reacción del alto comisionado de Paz
En unas declaraciones difundidas por varios medios, el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, reconoció que esa guerrilla se atribuyó el "atentado de terror" en Tibú y manifestó que ese organismo ha "repudiado" desde el comienzo esa "acción desproporcionada que, además, afectó a civiles".
"Esperamos que este gesto de afirmar su responsabilidad luego tenga un escenario de esclarecimiento judicial y de mecanismos de reparación frente a todas las víctimas", dijo.
Expresó que, "a pesar de lo doloroso", no se puede "desistir en construir el escenario de paz".
Rueda insistió que el Gobierno colombiano espera alcanzar un "acuerdo sustancial en materia de cese al fuego", en que el ELN "asuma compromisos ciertos".
Pidió además ajustar los Mecanismos de Veeduría y Verificación para "dar credibilidad a la mesa de diálogo con esta guerrilla".
Las justificaciones del atentado
Según el escrito, el FGNO "viene desarrollando acciones para enfrentar el aparato militar estatal y paraestatal", al que responsabilizan de "desestabilizar los territorios" a través del "genocidio" y el "terror entre la población".
Este grupo armado sostiene que algunos miembros de la Fuerza Pública se han presentado como "paramilitares", lo que ha generado "zozobra" en los habitantes de esa zona fronteriza con Venezuela.
En el documento aseveran que lamentan que "por accidente" hayan sido afectadas Lucy Katherine Castillo Cárdenas, quien murió como consecuencia del ataque, y Elizabeth Rosales, quien resultó herida.
Este nueva agresión ocurre dos meses después de otro ataque con explosivos que se atribuyó el mismo frente del ELN. En esa oportunidad, diez militares murieron y siete resultaron heridos en el municipio El Carmen, en la subregión colombiana del Catatumbo, que también pertenece al departamento del Norte de Santander.
Aunque aún no se ha pactado un cese al fuego con la guerrilla más antigua del país, las conversaciones continúan su curso en La Habana, donde se espera acordarlo.