La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, encabeza una candidatura que pretende aglutinar a una quincena de fuerzas.
La resaca de las elecciones municipales y autonómicas que España celebró el pasado domingo ha dejado como consecuencia una carrera contrarreloj, que deberá concluir en ocho días, para que los partidos de la izquierda renovadora puedan llegar unidos a la próxima cita electoral nacional, que se celebrará el domingo 23 de julio.
La debacle que se vivió hace 72 horas en todo el espectro progresista fue significativamente mayor a la izquierda del Partido Socialista. La formación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue golpeada con la pérdida de 400.000 votos y buena parte del poder institucional que atesoraba desde 2019, pero para otros espacios, el golpe fue mayor.
Podemos retrocedió en casi todas las regiones, no consiguió entrar en el Consistorio de la capital del país –una de sus principales metas–, y se quedó fuera de Asambleas regionales en las que hasta ahora tenía presencia. Resultados similares tuvieron otros partidos, incluidos los que no son de carácter nacional.
La principal crítica durante la pasada jornada electoral fue la incapacidad de esas fuerzas de concurrir unidas a la cita con las urnas. Ahora, el órdago que Sánchez lanzó tan solo 24 horas después de los comicios, convocando elecciones generales anticipadas, plantea una nueva oportunidad de forjar acuerdos.
Pedro Sánchez arenga a su partido
Pedro Sánchez ya ha reunido a los congresistas y senadores de su partido. La mañana de este miércoles, arropado por los suyos, ha advertido de que durante la nueva campaña "habrá un aperitivo de suciedad y mentiras" por superar. "Van a crispar hasta límites insospechados. En los medios habrá una campaña aún más feroz y van a inventar barbaridades", alertó.
Ahora, el objetivo de los socialistas es mantener su nicho de votos y atraer a parte del electorado de los liberales de Ciudadanos –partido que ha decidido no presentarse a estos comicios–, y también a militantes de Podemos, en este caso apelando al voto útil de la izquierda.
Una cuenta atrás de diez días
Las alianzas de la izquierda alternativa deberán forjarse de manera inmediata. La legislación vigente da un plazo de 10 días para comunicar a la Junta Electoral la concurrencia en coalición a las elecciones desde la convocatoria de elecciones, es decir, hasta el próximo 8 de junio.
El siguiente plazo a cumplir es la presentación de las candidaturas, es decir, de las listas de candidatos por cada circunscripción que deberán registrarse ante la Junta Electoral entre el decimoquinto y el vigésimo día posteriores a la convocatoria, plazo que se cumple el 18 de junio.
En estas condiciones, las negociaciones que se han mantenido durante meses, y que se encontraban encalladas, deberán acelerarse para completarse en poco más de dos semanas.
El principal escollo: Sumar y Podemos
Desde hace meses, las esperanzas de este espectro ideológico se centran en la candidatura de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Diputada por las listas de Unidas Podemos y militante del Partido Comunista de España, en los últimos tiempos se ha mantenido como la líder política mejor valorada, por delante de Pedro Sánchez, que ocupa la segunda posición.
La intención de Díaz es que su plataforma, que ha registrado este martes bajo la denominación Movimiento Sumar, sirva de paraguas en el que se cobijen todas las formaciones a la izquierda de los socialistas, con la intención de concurrir unidas a los comicios, de movilizar a su electorado y de optimizar los resultados electorales, en el marco de un sistema que penaliza la fragmentación.
El principal escollo para el proyecto de la ministra de Trabajo es la relación con Podemos, reticente a integrarse en Sumar y que, desde el principio, ha manifestado su intención de formar una coalición con lo que han denominado "el partido de Yolanda Díaz".
Podemos, la fuerza principal que integra Unidas Podemos – actual socio de Gobierno del Partido Socialista de Sánchez–, llevaba tiempo preparando la candidatura de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que se ha visto frustrada con la irrupción de la iniciativa de Díaz.
Así, desde el partido morado, han propuesto en repetidas ocasiones que sean las bases las que elijan a la cabeza de la candidatura, toda vez que su formación cuenta con mayor implantación territorial.
Ione Belarra, la secretaria general de Podemos y última en valoración en el ranking de líderes políticos, este lunes confirmó que se habían reanudado las negociaciones para concurrir en una candidatura unitaria. "Estamos trabajando para darle a la ciudadanía progresista de este país la noticia que lleva tanto tiempo esperando", dijo en rueda de prensa.
Izquierda Unida sí suma
"Sumar y la candidatura de Yolanda Díaz son la mejor oportunidad para ofrecer ese proyecto de país y ganar las elecciones", ha sido la rotunda frase con que la Dirección Federal de Izquierda Unida (IU), formación actualmente integrante de Unidas Podemos, ha anunciado su intención de ir al 23 de julio de la mano de Díaz.
El líder de IU y ministro de Consumo, Alberto Garzón, destacó esa frase en un tuit en el que se hizo eco del comunicado de su formación. En ese mismo trino, añadió: "Ni un minuto que perder: todos a trabajar unitariamente dentro de Sumar", en lo que parece un guiño a otros partidos, principalmente a su actual socio de coalición, Podemos.
De este modo, IU se desliga de Unidas Podemos tras reconocer que "las elecciones municipales y autonómicas han arrojado unos resultados muy negativos para las izquierdas", y hacer votos por la unidad para "construir una alternativa de país seria".
Conversaciones con una quincena de formaciones
Desde principios de año, Díaz ha desarrollado conversaciones con una quincena de formaciones progresistas para definir la candidatura unitaria. Entre ellas, además de las fuerzas integrantes de Unidas Podemos –Podemos, Izquierda Unida, Comunes y Alianza Verde–, se encuentran espacios como Compromís, Más País, Chunta Aragonesista o el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) de Ceuta.
Tras el sí inmediato de IU, los siguientes en pronunciarse han sido Compromís, fuerza política con implantación en la Comunidad Valenciana, que está dispuesta a integrarse en Sumar, como ya se daba por hecho después de que Díaz participara en varios actos de la pasada campaña electoral con presencia de miembros de este partido.
Este martes, la ejecutiva de la formación regional acordó arrancar las negociaciones para encajar su incorporación a la plataforma de la ministra de Trabajo. En una comparecencia ante los medios de comunicación los portavoces valencianos explicaron que iban a negociar directamente con Sumar, excluyendo las conversaciones multilaterales con otros partidos, y sugiriendo que aspiraban a liderar las candidaturas en su territorio.
Más País, el partido fundado por Íñigo Errejón, antigua mano derecha de Pablo Iglesias (el exsecretario general de Podemos), todavía no ha hecho públicas sus intenciones de manera explícita, si bien sus principales figuras brindaron su apoyo a Díaz cuando anunció su candidatura a las generales el pasado mes de abril.
Errejón publicó este martes en sus redes sociales un mensaje en el que decía: "Levantar, con lo existente, algo para ir más allá y salir de la posición defensiva. En marcha", lo que se interpreta por muchos como una referencia a integrarse en el proyecto de Díaz.
Por su parte, Alianza Verde, la pata ecologista de UP, también ha decidido iniciar las conversaciones para integrarse en Sumar. También Verdes Equo, que mantiene una alianza con Más País, refrendó confluir para las elecciones del 23 de julio con Sumar.