Las partes del conflicto ucraniano están a favor de una solución política, y aunque ahora resulta difícil hacer que se sienten en la mesa de negociaciones, nunca debe olvidarse la existencia de un entendimiento común. Así lo declaró este viernes el representante especial del Gobierno chino para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui, durante una conferencia de prensa en la que comentó su gira por Ucrania, Rusia y la Unión Europea, en la que mantuvo consultas en busca de una solución política a la crisis.
Al comienzo de su intervención, Li afirmó que todas las partes "hablaron positivamente de los esfuerzos de China y desearon resolver la crisis". Así, reveló que Kiev, que fue su primera parada, agradeció a Pekín "su papel positivo" en la promoción de las conversaciones, así como "apreció el respeto de China por la soberanía y la integridad territorial". Según sus palabras, la parte ucraniana destacó que muchos de los puntos presentados en el plan de Pekín de solución política del conflicto coincidían con la fórmula de paz de diez puntos del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, así como que Kiev "espera que China siga ejerciendo una influencia constructiva".
También indicó que Rusia "apreció el sincero deseo" del gigante asiático y sus "esfuerzos orientados a resultados para impulsar un acuerdo político". De acuerdo con el diplomático chino, Moscú aseguró que continuará siguiendo la dirección de una solución política.
Por su parte, los Estados miembros de la Unión Europea que visitó en su gira "expresaron su esperanza de que China siga desempeñando un papel positivo en la cuestión ucraniana y trabaje por una solución pacífica de la crisis, la resolución de las diferencias mediante el diálogo y la creación de una paz duradera y justa en Europa".
Li subrayó que Rusia, Ucrania y los países europeos solían tener intercambios culturales, económicos y sociales, pero muchos de ellos "se han interrumpido artificialmente". A su juicio, son ellos los que más sufren las consecuencias de esta crisis y "no los que están al otro lado del océano". Asimismo, advirtió que cuanto más se prolonguen las hostilidades, "mayor será el precio que Ucrania, Rusia y Europa tengan que pagar".
Ninguna de las partes cerró la puerta a las conversaciones
Al mismo tiempo, el enviado especial chino alertó que el riesgo de escalada "sigue siendo alto". "El conflicto está estancado y el campo de batalla está lleno de incertidumbre. Esta situación nos preocupa [a China]", declaró.
El funcionario subrayó que, tal y como demuestra la historia, todas las guerras y conflictos terminan de forma pacífica, pero si las hostilidades continúan, "solo habrá más desastres y sufrimientos". "Mientras haya un atisbo de esperanza para la paz, debemos trabajar activamente para conseguirla, en lugar de permitir que el conflicto continúe y se extienda, al igual que no debemos avivar el fuego, porque eso solo puede provocar que un conflicto local se convierta en una guerra a gran escala", manifestó.
Li admitió que probablemente sea "bastante difícil conseguir que todas las partes se sienten y mantengan negociaciones fructíferas", por lo que considera que es importante que alguien tome la iniciativa para alcanzar un entendimiento común que logre finalmente crear las condiciones para una solución definitiva de la crisis. En este sentido, remarcó que su país está dispuesto a hacer "todo lo que conduzca a aliviar las tensiones y promover las conversaciones".
"Mi impresión es que ninguna de las partes ha cerrado la puerta a las conversaciones de paz. Es importante que dejemos de enviar armas al campo de batalla, [...] lo cual solo sirve para aumentar la escalada", concluyó.