Estados Unidos planea financiar con 250 millones de dólares la construcción de un corredor de transporte clave en el sur de África para garantizar el acceso a minerales críticos como el cobre y el cobalto, que se utilizan en la fabricación de dispositivos electrónicos y baterías de vehículos.
En concreto, se trata del corredor ferroviario Atlántico de Lobito, que se extiende a través de Angola y une las regiones mineras de Katanga, en la República Democrática del Congo, y la provincia de Copperbelt, en Zambia. El proyecto reduciría el tiempo de transporte de los minerales de semanas a días.
Se trata de los tres puntos más relevantes del mapa, ya que la República Democrática del Congo es considerada como el mayor exportador de cobalto del mundo y representa cerca del 70 % de la producción mundial; Zambia posee grandes reservas de cobre y cobalto; mientras Angola es uno de los principales productores de petróleo en África y alberga minas de diamantes.
Sin embargo, la participación de EE.UU. en el proyecto supondría entrar en competencia directa con China, ya que sus empresas invierten una gran cantidad de dinero en la zona para obtener sus recursos, recoge South China Morning Post.
¿Por qué le interesa tanto a EE.UU.?
Uno de los principales segmentos del corredor de Lobito es el Ferrocarril de Benguela, en Angola, que tiene una longitud de 1.344 km y conecta el Puerto de Lobito con la ciudad de Luau, ubicada en la frontera con la República Democrática del Congo. Esta principal vía de transporte de minerales se cerró durante la guerra de Angola de 1975 a 2002.
Posteriormente, Angola pudo realizar la reconstrucción del ferrocarril con la financiación de China, que se completó en 2014. Sin embargo, la vía que pasa por la República Democrática del Congo sigue en mal estado, mientras Zambia tiene que construir su propio enlace ferroviario para conectarse a ella. Actualmente, esos dos países transportan sus minerales por carretera a puertos en Sudáfrica y África oriental.
"Las empresas chinas seguirán compitiendo por proyectos de infraestructura a lo largo del corredor de Lobito. Es probable que las inversiones chinas se concentren en mejorar la conectividad del transporte a lo largo de los corredores que unen el cinturón de cobre de Zambia y la República Democrática del Congo con el Océano Índico", dijo Tim Zajontz, investigador del Centro de Política Internacional y Comparada de Stellenbosch (Sudáfrica).
Sin embargo, la iniciativa de financiación de la infraestructura de transporte a lo largo del corredor de Lobito por parte de EE.UU. podría ser una medida geoestratégica debido a la creciente competencia en cadenas de suministro sensibles. Esta teoría fue apoyada por Gyude Moore, investigador principal de políticas en el Centro para el Desarrollo Global con sede en Washington, quien señaló que el transporte ferroviario seguro en la región es una prioridad para los socios del G7, ya que buscan eliminar el riesgo en el suministro relacionado con el dominio chino.
"Impulsar las inversiones estadounidenses en infraestructura de transporte y logística a lo largo del corredor de Lobito tiene como objetivo asegurar el acceso a materias primas críticas como el cobre y el cobalto, que se han convertido en un interés vital para las capitales occidentales", explicó Zajontz, agregando que Washington está dispuesto a "evitar situaciones" en las que las empresas chinas controlen las cadenas de suministro críticas por miedo a que Pekín "pueda aprovechar esto en caso de que empeoren las relaciones con Occidente".
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