China se opone firmemente a la política de imponer su voluntad a los demás y al "orden internacional basado en normas" que "solo sirve a los intereses de un pequeño número de países", declaró este sábado el ministro de Defensa chino, el general Li Shangfu, en su primera intervención pública ante una audiencia internacional desde que fuera nombrado para el cargo en marzo.
Al comentar en la conferencia anual de seguridad intergubernamental de Asia-Pacífico, celebrada en Singapur y conocida como 'Diálogo de Shangri-La', que la región "se enfrenta a retos de seguridad sin precedentes", Li criticó duramente a "algún país", acusándolo de "sembrar la discordia" entre los Estados regionales. Afirmó que "alguna gran potencia que sigue promoviendo su estrategia en el Indo-Pacífico" está aumentando el número de bases, "reforzando su presencia militar e intensificando la carrera armamentística en la región, así como transfiriendo tecnología de armamento nuclear a un Estado no nuclear".
De acuerdo con Li, el país mencionado "ha interferido voluntariamente en los asuntos internos de otros y con frecuencia ha recurrido a sanciones unilaterales", y además "ha provocado revoluciones de colores y guerras 'proxy' en distintas regiones". "Ha creado preocupaciones y turbulencias y se ha retirado dejando tras de sí un desastre. No debemos permitir que tales cosas se repitan en la región Asia-Pacífico", subrayó.
"Ninguna estrategia debe basarse en motivos ideológicos y en el objetivo de crear una alianza militar exclusiva contra amenazas imaginarias".
En este contexto, también advirtió de que los intentos de "crear o impulsar alianzas militares como la OTAN en Asia-Pacífico" es una forma de agravar la confrontación y que tales intentos solo hicieron hundir la región "en un torbellino de división, disputas y conflictos históricos".
Imponer la propia voluntad con el pretexto del orden internacional basado en normas
El ministro chino aseguró que los países de la región tienen que promover sus intereses comunes y resistirse a la hegemonía. "El respeto mutuo debe prevalecer sobre la intimidación y la hegemonía. Los hechos han demostrado que donde hay hegemonismo y política de poder habrá inestabilidad, caos e incluso algo peor", manifestó.
A su juicio, los asuntos internacionales deben resolverse mediante el diálogo, y "no ser dictados por uno o unos pocos países" a los que les gusta imponer sus reglas a los demás con el pretexto del "orden internacional basado en normas". "Su llamado orden internacional basado en normas nunca explica cuáles son las normas ni quién las ha establecido", afirmó, señalando que se trata de la práctica de excepcionalidad y doble rasero que "solo sirve a los intereses y sigue las reglas de un pequeño número de países".
Aseguró que la parte china se opone firmemente a "imponer la propia voluntad a los demás, a colocar los propios intereses por encima de los demás y a perseguir la propia seguridad a costa de los demás".
"Alguna fuerza extranjera intenta interferir en los asuntos internos de China"
Además, el ministro recordó que la cuestión taiwanesa es el núcleo de los principales intereses de Pekín. Subrayó que Taiwán es "un asunto interno de China" y que se trata de "un asunto que deben resolver los chinos, sin interferencias de fuerzas extranjeras".
Según sus palabras, "alguna gran potencia" ha vendido repetidamente armas a la isla autogobernada, le ha proporcionado entrenamiento militar y ha aumentado los intercambios oficiales, lo que "viola en gran medida sus propias promesas". "Alguna fuerza extranjera intenta contener a China con Taiwán, interferir en los asuntos internos de China. Permítanme dejarlo claro una vez más: cuanto más desenfrenadas sean las actividades separatistas por la independencia de Taiwán, más decisiva será la reacción", subrayó.
Añadió que la reunificación de la isla con China continental es "la tendencia histórica" y que "toda injerencia extranjera acabará en fracaso", ya que los militares chinos "no dudarán ni un segundo" y "salvaguardan resueltamente la soberanía nacional y la integridad del territorio, sin importar el precio".