El mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este lunes que no intervendrá de ninguna manera para elegir al candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que competirá en las elecciones generales del próximo año.
"No voy a poner al candidato de Morena, no habrá dedazo", prometió al celebrar los resultados de los comicios locales realizados el domingo en el Estado de México y en Coahuila, que culminaron con un triunfo para el oficialismo y otro para la oposición.
"Hay quienes todavía no lo creen, incluso personas cercanas que dicen: 'estamos esperando una señal'. Se van a quedar esperando", afirmó.
El 'dedazo' es una práctica que ha predominado en la política mexicana y que implica que el líder político elige "a dedo", de manera solitaria, a los candidatos que se postulan en principio a la presidencia, aunque después se expandió a otros cargos.
"Estamos a un año de la elección presidencial se va rápido el tiempo. Lo importante es afianzar la democracia no solo como sistema político, sino como forma de vida", dijo al recordar que el candidato de Morena será elegido en encuestas internas del partido.
Con respecto a las elecciones del domingo, optó por felicitar a la ciudadanía que salió a votar en un clima de tranquilidad y que, contrario a otras ocasiones, no derivó en ningún conflicto postelectoral.
"Me dio mucho gusto lo de ayer, lo celebro, voy a hablar con los que triunfaron para decirles que van a continuar recibiendo todo nuestro apoyo, es nuestra obligación hacerlo", señaló.
Resultados
La víspera, Delfina Gómez, candidata de la alianza del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ganó la gubernatura del Estado de México, el distrito electoral más estratégico del país, ya que es el más grande y el que cuenta con un mayor número de electores.
El triunfo, además, tiene un fuerte peso simbólico, ya que el Estado de México siempre había sido gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Hasta hoy, parecía invencible.
En Coahuila ganó Manolo Jiménez, candidato de la coalición formada por el PRI, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Las elecciones locales reforzaron el poder político de Morena, que ahora va a gobernar 22 de las 32 entidades del país, lo que le permite consolidar un predominio territorial que será decisivo en las presidenciales del 2 de junio de 2024, en las que se elegirá al sucesor de López Obrador, ya que la Constitución mexicana prohíbe la reelección.
La reconfiguración del poder político significa que el antes todopoderoso PRI, que gobernó el país de manera ininterrumpida durante siete décadas, ahora ya solo lidera dos estados: Coahuila y Durango.
El PAN, en tanto, gobierna cinco entidades: Aguascalientes, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro y Yucatán, mientras que Movimiento Ciudadano se impone en Jalisco y Nuevo León.
Reacciones
Este lunes, con el 95 % de las actas escrutadas, en el Estado de México la morenista Delfina Gómez obtenía el 53 % de los votos frente al 44 % de su principal contrincante, Alejandra del Moral.
En Coahuila, el priista Manolo Jiménez ganó de manera contundente con el 57 %, lo que representa una diferencia de 30 puntos con respecto al morenista Armando Guadiana.
La jornada electoral se llevó a cabo sin mayores sobresaltos y culminó con un pronto reconocimiento de triunfos y derrotas.
Gómez, la exsecretaria de Educación Pública que ahora será la primera mujer en gobernar el Estado de México, una entidad con 17 millones de habitantes, agradeció el apoyo en mensajes en redes sociales y en su primer discurso como ganadora.
"Quien gana no es la maestra Delfina nada más, son los mexiquenses. Estoy super orgullosa de todos los ciudadanos, porque ellos hicieron posible este triunfo, es un momento histórico para el estado, nos fue requetebién", dijo.
Más contundente, Mario Delgado, presidente de Morena, aseguró que los resultados en el Estado de México implican que el PRI "se va al basurero de la historia".
La premisa fue común durante la campaña, ya que este distrito era el único de peso que el PRI había logrado conservar desde la década del 30 del siglo pasado. Parecía que ahí siempre sería el partido ganador.
En Coahuila, Jiménez celebró su victoria en una conferencia de prensa en la que presumió la unidad que sostuvo el PRI y la alianza con el PAN y el PRD.
"Cada quien hicimos la chamba que nos tocó, cada quien fuimos por los nuestros y al final hubo un gran resultado. Construimos un gran frente ciudadano invencible. Esta campaña se convirtió en el punto de encuentro de todas y todos los coahuilenses que queremos hacer cosas buenas por nuestro estado", afirmó