La UE escrutará a Twitter por "elegir la confrontación" al abandonar sus pautas de desinformación
Twitter ha optado por una vía de confrontación tras abandonar el código europeo sobre la desinformación y será objeto de un escrutinio por parte de la Comisión Europea, afirmó Vera Jourova, vicepresidenta para Valores y Transparencia de ese organismo comunitario.
"Creemos que se trata de un error de Twitter. Twitter ha elegido el camino difícil. Han elegido la confrontación", declaró la funcionaria citada por AFP.
A finales del mes pasado se dio a conocer que la red social salió del Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación, una iniciativa del bloque comunitario suscrita en 2022 por 34 compañías relevantes del sector, incluyendo TikTok, Twitch, Vimeo, Microsoft, Google y Adobe.
"Al abandonar el código, Twitter ha atraído mucha atención, y sus acciones y el cumplimiento de la legislación de la UE serán objeto de un escrutinio enérgico y urgente", comentó Jourova citada por Reuters.
Hablando de la posibilidad de sanciones contra la plataforma, la funcionaria dijo no poder predecir las conclusiones de la Comisión Europea, pero indicó que los firmantes del código se verán en una "situación más fácil" porque ya habrán superado la "carga de la prueba" una vez que entre en vigencia la Ley de Servicios Digitales [DSA, por sus siglas en inglés] el próximo 25 de agosto.
"Quisiera dar a Twitter la oportunidad de defender el derecho a hacer negocios en Europa sin ninguna sanción", declaró Jourova.
El código, lanzado en 2018 y reforzado el año pasado con las aportaciones de los actores del sector, contiene más de una treintena de compromisos, incluidos los de una mayor colaboración con los verificadores de hechos y la no promoción de actores que distribuyan desinformación.
Por otro lado, la DSA impone obligaciones legales a las grandes plataformas en línea en cuanto a evaluar y gestionar los riesgos sistémicos que plantean sus servicios, como la apología del odio y la difusión de desinformación.
La nueva legislación, aprobada por la Unión Europea en abril del año pasado, sigue el principio de que "lo que es ilegal fuera de Internet debe serlo también en Internet".
Bajo esa regulación, las grandes empresas tecnológicas también tendrán que someterse a auditorías anuales independientes y dar a los reguladores y a los investigadores de terceros, incluida la sociedad civil, acceso a los datos de las plataformas y a la información de sus algoritmos para garantizar un mayor escrutinio y responsabilidad.
Los gigantes tecnológicos pueden ser sancionados con multas de hasta el 6 % de su volumen de negocios total si se comprueba que violaron la ley de forma intencionada o por negligencia.