El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recordó este lunes al periodista británico Dom Phillips y al activista indigenista brasileño Bruno Pereira, al cumplirse un año del "brutal" crimen ocurrido en la selva de la Amazonía.
"Hace un año, el brutal asesinato del que fueron víctimas conmocionó al mundo, que llegó a ver a la Amazonía como una tierra sin ley y al borde de la destrucción, con una enorme amenaza para enfrentar la emergencia climática. Hoy, el mundo ha vuelto a mirar a Brasil con esperanza", aseguró el mandatario en un mensaje de Twitter.
"Bruno y Dom se lo merecían y deberían haber estado aquí hoy, en este momento en el que tendrían al Gobierno brasileño como aliado y no como enemigo, a diferencia de lo que sucedió en los últimos cuatro años", dijo Lula, haciendo referencia a la gestión de su antecesor Jair Bolsonaro.
Al encabezar una ceremonia por el Día Mundial del Medioambiente, el jefe de Estado lanzó el Plan de Acción para la Prevención y el Control de la Deforestación en la Amazonía (PPCDAm), que establece una política coordinada entre más de una docena de ministerios hasta el final del mandato del líder izquierdista, en 2027.
Para Lula, la mejor manera de honrar a los activistas fallecidos es "asegurar que su lucha no ha sido en vano".
Un crimen que permanece impune
Pereira, de 41 años, y Phillips, de 57, aparecieron muertos en el Valle de Javarí, en la frontera con Perú y Colombia, una de las zonas de mayor peligro en la selva brasileña, tras 11 días de intensa búsqueda.
Ambos habían sido amenazados por madereros y mineros ilegales. Sus cuerpos fueron encontrados con disparos en la espalda y descuartizados, quemados y enterrados en las profundidades de la selva.
Este mismo lunes 5 de junio, la organización multinacional Reporteros Sin Fronteras denunció que al menos 62 ataques fueron perpetrados contra periodistas en la región amazónica brasileña en un año, y responsabilizó a parte de las mafias de la pesca ilegal en el estado de Amazonas.
Además, la entidad reclamó respuestas concretas del Estado brasileño sobre el asesinato de los dos especialistas en temas ambientales, y advirtió que la investigación judicial sobre el doble homicidio está marcada por "retrasos".