Un grupo de sabotaje ucraniano perjudicó el conducto de amoníaco que vincula la ciudad rusa de Toliatti y la ucraniana de Odesa, ha afirmado el Ministerio de Defensa de Rusia.
"El 5 de junio, hacia las 21:00 hora de Moscú, un grupo subversivo ucraniano voló el conducto de amoníaco Toliatti-Odesa cerca de la localidad de Masiutovka, en la provincia de Járkov. Como consecuencia de este acto terrorista, hubo víctimas civiles. Se les proporcionó la asistencia médica necesaria", comunicó el organismo militar ruso.
El Ministerio detalló que actualmente a través de las secciones dañadas se vierten los restos de amoníaco que quedaban en territorio ucraniano.
Un golpe a la lucha contra el hambre
La reanudación del funcionamiento de esa tubería, construida en tiempos soviéticos para exportar amoníaco, es una de las condiciones planteadas por Moscú para la prolongación del acuerdo sobre el transporte de cereales desde puertos del mar Negro.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, comentó en una rueda de prensa este miércoles que reparar el conducto Toliatti-Odesa tras el sabotaje tomará entre uno y tres meses.
La vocera describió el ataque como un golpe a la lucha contra el hambre, dada la capacidad del conducto de transportar unos dos millones de toneladas del compuesto al año, volumen que puede producir fertilizantes suficientes para alimentar 45 millones de personas.
"El régimen de Kiev no simplemente ha eliminado la posibilidad física de suministros de amoníaco a los mercados mundiales, sino ha asestado un golpe a los esfuerzos comunes en la lucha contra las amenazas del hambre y a la asistencia a los países necesitados de Asia, África, América Latina, así como a los esfuerzos personales del secretario general de la ONU [António] Guterres, quien planteó una iniciativa separada sobre la tubería y, en general, el paquete de Estambul cuya importancia humanitaria, lamentablemente, está siendo desvalorada ante nuestros ojos", acentuó la portavoz.
"Monstruos" creados por Occidente
Zajárova indicó que la única parte no interesada en que se use la tubería es el régimen de Kiev, al que acusó de impedir y tratar de condicionar su reanudación, estipulada en los acuerdos mediados por Turquía y la ONU, a cambio de exigencias como el canje de prisioneros de guerra, la retirada de las tropas rusas de la central nuclear de Zaporozhie y otras.
A medida que aumentó la presión internacional sobre Ucrania, "al parecer, en las entrañas del régimen de Kiev o de sus patrocinadores se tomó la decisión: no hay tubería, no hay problemas", sostuvo Zajárova.
Este tipo de escenario, resaltó, "ha sido probado ya en los gasoductos Nord Stream", saboteados el año pasado.
Zajárova comparó el régimen de Kiev con las organizaciones terroristas y extremistas criadas por Occidente, como Al Qaeda y el Estado Islámico.
"En cierto momento estos monstruos empezaron a devorar a sus creadores", advirtió.