Un grupo de criminales lanzó granadas y cócteles molotov contra un blindado de la Policía Militar que circulaba por la favela de Bateau Mouche, en la zona oeste de Río de Janeiro. El vehículo resultó rápidamente incendiado y los soldados que se encontraban en su interior consiguieron salir a tiempo sin resultar heridos.
La Policía Militar informó que la emboscada fue una represalia por la muerte de Deivid Odilon Carvalho de Oliveira, considerado uno de los capos locales de la droga. El narcotraficante perdió la vida el domingo pasado en un enfrentamiento con el 18º Batallón de la Policía Militar (BPM).
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, calificó el ataque de "inadmisible" y aseguró que las tropas especiales permanecerán en la zona hasta localizar a los responsables.