El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha advertido este miércoles que es muy importante que la central de Zaporozhie siga teniendo acceso al agua para garantizar la seguridad nuclear.
"La posible pérdida de la principal fuente de agua de refrigeración de la central complica aún más una situación de seguridad nuclear ya de por sí extremadamente difícil y complicada", declaró Grossi.
El jefe del organismo detalló que el nivel de agua del embalse ha descendido hasta ahora unos 2,8 metros desde el momento de la ruptura de la central hidroeléctrica de Kajovka a primera hora del martes, situándose en 14,03 metros. De esta forma, si el nivel desciende por debajo de los 12,7 metros, la planta dejará de poder bombear agua del embalse al emplazamiento, detalla el OIEA.
Según el comunicado, si se mantiene el ritmo de descenso actual, el nivel de 12,7 metros podría alcanzarse en los próximos dos días.
"Es esencial que se mantenga la integridad tanto del embalse de refrigeración de la central nuclear de Zaporozhie como del canal de descarga [...]. Esto es fundamental para que la planta disponga de agua suficiente para proporcionar la refrigeración esencial al emplazamiento durante los próximos meses", destacó Grossi.
- El ataque ucraniano a la hidroeléctrica de Kajovka la madrugada de este martes causó rupturas en la represa e inundaciones masivas en ambos lados del río Dniéper provocando evacuaciones a gran escala en la zona. En la provincia rusa de Jersón se decretó el estado de emergencia por el desastre.
- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó el ataque como una "acción bárbara" y "una apuesta peligrosa en la escalada de las hostilidades", acusando a Kiev de cometer "crímenes de guerra" utilizando "abiertamente métodos terroristas" y organizando "sabotajes en territorio ruso".