Un dron ruso destruyó un radar TRML-4D de alta tecnología valorado en 17 millones de euros (18,2 millones de dólares), confirmó el periodista de Bild, Julian Röpcke, tras indicar que Ucrania solo contaba con tres ejemplares, los mismos que forman parte del sistema de defensa antiaérea alemán IRIS-T.
El reportero analizó un video divulgado por el Ministerio de Defensa de Rusia, al parecer grabado por un dron de vigilancia y otro kamikaze, en cuyas imágenes se aprecia una lanzadera del sistema interceptor alemán cubierto por una línea de árboles en un paisaje rural.
Más adelante se puede observar el radar del sistema móvil enmascarado en otra línea de árboles. En ese lugar, un operador militar ruso envió un dron kamikaze, presuntamente el Lancet.
En el video grabado por el dron kamikaze se puede ver incluso a un militar por encima de la cabina del vehículo portador del radar. La posición de la cabeza del soldado sugiere que estaría al tanto de la munición que se aproximaba.
Ante ello, un grupo de militares escapa del lugar mientras el radar emana humo. Imágenes posteriores sugieren que el fuego de artillería también cubrió el área tras el ataque del dron.
"Aunque los módulos restantes del sistema atacado no resultaran dañados, de momento son inútiles, ya que cada unidad IRIS-T debe estar conectada al menos a un radar TRML-4D para funcionar como arma defensiva", escribe Röpcke
"Cadena de errores fatales"
El periodista enumeró una "cadena de errores fatales" que llevaron a la destrucción del radar. En primer lugar, el sistema antiaéreo, que en su conjunto cuesta 140 millones de euros (150 millones de dólares), fue instalado demasiado cerca de la línea del frente, en la provincia de Nikoláev, a tan solo 26 kilómetros, lo que le colocó dentro del radio de acción de drones Lancet, que tienen un alcance de 40 kilómetros. Segundo, el pintado desértico de los módulos del sistema, inicialmente destinado a Egipto, llamaba la atención, en lugar de estar camuflado en el paisaje estival ucraniano.
En tercer lugar, continúa el artículo, el hecho de que el radar estaba tan cerca del frente apagado sin ser protegido por ningún otro sistema, como el blindado antiaéreo Gepard, demuestra una "actitud muy laxa de la tripulación de este IRIS-T".
Conforme al fabricante Hensoldt, el TRML-4D puede detectar y seguir simultáneamente hasta 1.500 objetos voladores a una altitud de hasta 30 kilómetros. El alcance máximo es de 250 kilómetros (150 kilómetros para aviones y 60 kilómetros para misiles supersónicos).
No obstante, Röpcke señaló más adelante, citando sus fuentes en los "círculos del Gobierno alemán", que el sistema permaneció funcional.
"Por lo que oímos de la parte alemana es que el sistema fue golpeado pero no destruido, es lo que la gente nos está contando. Cuando hablé con mis contactos en los círculos gubernamentales de Alemania, dijeron que algo impactó muy cerca y hubo un incendio, pero el sistema está todavía funcional y es una noticia muy buena para Ucrania".