¿Qué se sabe sobre el suicidio de Oscar Dávila, uno de los jefes de seguridad de Petro implicado en el 'niñeragate'?

El oficial se había mostrado dispuesto a brindar su versión sobre el escándalo del polígrafo y las escuchas ilegales a la exniñera del hijo de quien era jefa del Gabinete presidencial, Laura Sarabia.

El teniente coronel de la Policía Oscar Dávila adscrito a la seguridad de la presidencia de Colombia y uno de los implicados en el caso 'niñeragate' que sacude al país, se suicidó en la tarde del viernes, comunicó el sábado el mandatario del país, Gustavo Petro.

"Cerca de su casa mandó a su conductor por una botella de agua, este dejó su pistola en el asiento y cuando regresó delante de él se suicidó con un disparo en la sien con la pistola que había dejado. No hay más disparos en el lugar. No es cierto que el coronel haya sido encontrado muerto ni que haya dos disparos en su cuerpo", tuiteó Petro, al solidarizarse con la familia del difunto que dejó sin padre a dos niños menores de edad.

En paralelo, el mandatario señaló que, en horas previas al suicidio, Dávila había recibido "varias llamadas de la prensa y había asistido a la diligencia del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en el piso 13 de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN)", lugar donde se ubica la Oficina de Seguridad Anticipativa que Dávila encabezaba.

Entretanto, el abogado penalista Miguel Ángel del Río Malo denunció que Dávila había sido amenazado por la Fiscalía. "El día de ayer me reuní con el coronel Davila, quien me buscó para manifestarme que de la Fiscalía lo estaban amenazando. Le advirtieron de que no se detendrían 'hasta que corriera sangre'. Hoy se quitó la vida con su arma de dotación. Lo de la Fiscalía es una persecución infame, tuiteó

Dispuesto a entrevista y/o interrogatorio

El fallecimiento de Dávila es el último episodio del 'niñeragate' en el que Marelbys Meza, quien fuera la cuidadora del hijo de la ahora exjefa del Gabinete de Petro, Laura Sarabia, denuncia haber sido presionada para someterse a una prueba de polígrafo después de que Sarabia denunciara la pérdida de un maletín con varios miles de dólares en su casa. Fue Dávila quien dispuso usar el polígrafo con Marelbys para determinar si había robado o no, recoge Semana.

Aparte de las denuncias por la práctica forzada del polígrafo, otro detalle que salpica a Dávila son las supuestas escuchas ilegales, conocidas en Colombia como chuzadas, del teléfono de la exniñera y otra empleada de limpieza de Sarabia, Fabiola Perea. La Fiscalía del país, que investiga los pormenores del caso, señaló que a las dos se les levantó un informe falso, en el que las hicieron pasar por integrantes del Clan del Golfo para que la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) pudiera activar las escuchas.

En medio del escándalo, el propio Dávila envió el pasado 2 de junio una carta al fiscal general, Francisco Barbosa, en la que aseguraba estar dispuesto a brindar declaraciones sobre su papel. La misiva, citada por la prensa local, se titula 'Disponibilidad para presentación a entrevista y/o interrogatorio a consideración de la Fiscalía'.

"Informo a usted mi absoluta disponibilidad para presentarme ante el despacho del ente investigador que se me indique, a fin de rendir entrevista con ocasión de los hechos de público conocimiento socializados en los últimos días a través de los medios de comunicación y que involucraron a altos funcionarios de la presidencia de la República", escribió el oficial sobre una cita que nunca se dio.

Hasta ahora, la Fiscalía llamó a interrogatorio a cuatro policías, incluidos tres que se habrían desempeñado como analistas de comunicaciones en las supuestas escuchas a Meza y Perea.