El Gobierno de China ya no está interesado en mantener conversaciones de alto nivel con EE.UU. porque prácticamente "se dio por vencido" con la Administración de Joe Biden, al considerarla "incompetente, ignorante de la cultura y la historia china y extremadamente arrogante". Así lo afirmó Lanxin Xiang, uno de los profesores chinos de asuntos internacionales más respetados en todo el mundo, en una columna publicada el domingo en South China Morning Post.
En ese contexto, el experto considera que Pekín apuesta a que en las próximas elecciones presidenciales de EE.UU. sea elegido cualquier candidato "menos Joe Biden". Incluso Donald Trump es visto con buenos ojos, ya que durante su presidencia "puso sus cartas sobre la mesa, no le gustaban las alianzas militares y detestaba la guerra".
Xiang cree que la situación actual es muy peligrosa porque demuestra un alto grado de incomprensión en ambas potencias. "Desde la Guerra Fría no habíamos sido testigos de una situación tan peligrosa", subrayó. Como analogía, cita la víspera de la Primera Guerra Mundial, cuando las contradicciones entre el Reino Unido y Alemania, inicialmente no fatales, se convirtieron en un motivo de conflicto debido a la insensibilidad de ambos bandos ante escenarios razonables.
Asimismo, el autor opina que en las cuestiones de Taiwán, de la competencia económica y de la rivalidad geopolítica, la comunicación entre las dos partes "se ha vuelto casi imposible".
En ese sentido, cree que EE.UU. está malinterpretando por completo lo que China quiere lograr y lo que quiere evitar. Por lo tanto, al ofrecer la paz en el estrecho de Taiwán a cambio del reconocimiento 'de facto' de China de la separación de Taipéi, Washington le exige a Pekín lo imposible.
En el área económica, el experto considera que los líderes chinos están "psicológicamente preparados" ante un posible desacoplamiento económico por parte de Washington, a través de la desdolarización del comercio internacional y una mayor autonomía en el sector tecnológico.
En cuanto a los recientes intentos de EE.UU. por apaciguar las tensiones entre ambos países impulsando encuentros diplomáticos de alto nivel, Xiang señala que más bien buscan "aliviar los temores de sus aliados de que la falta de comunicación puede conducir a otra guerra, y promover una campaña de propaganda de que China no está siendo razonable".
Panorama sombrío
"Una lección fundamental que los formuladores de políticas de ambos lados deben aprender es que, en la diplomacia de gran poder, uno nunca debe ofrecer algo que el otro lado realmente no necesita, ni pedir nada que el otro lado nunca pueda dar", aseveró Xiang. "En otras palabras, identificar y respetar los intereses vitales de cada uno, o líneas rojas, es la única forma de evitar la guerra", remarcó.
"Las dos naciones más poderosas han entrado en una fase peligrosa de falta de comunicación y mala señalización, que generalmente ocurre como preludio de una guerra inesperada", concluyó Xiang.
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