Miles de personas marcharon para exigir justicia por Cecilia Strzyzowski, una joven de 28 años que desapareció el pasado 1 de junio y que se ha convertido en uno de los casos que ha causado mayor conmoción en los últimos años en Argentina debido a sus vinculaciones políticas.
La movilización se llevó a cabo en Resistencia, capital de Chaco, la provincia en donde vivía la víctima, y estuvo encabezada por su madre Gloria Romero, quien reconoció que no tiene esperanzas de encontrarla con vida.
"Estamos seguras de que no está más, que está muerta", asumió Romero entre lágrimas al insistir en que tanto ella, como la hermana y la abuela de Cecilia, están convencidas de que la joven fue asesinada por su pareja en complicidad con su poderosa familia.
Por eso señaló que ahora lo que busca, principalmente, es que haya justicia, que no se impongan el dinero y las influencias políticas.
Romero también reconoció que el crimen tiene repercusión mediática solamente porque la pareja de su hija era César Sena, hijo de Emerenciano Sena, un influyente líder social de Chaco que se había postulado para diputado provincial en las elecciones de este año y que era amigo y aliado político del gobernador Jorge Capitanich.
Lo que sí sorprendió a la mujer fue la masividad de una marcha que tuvo impacto a nivel nacional porque cada vez más gente se pregunta dónde está Cecilia, qué le hicieron, por qué.
"Creo que toda la Argentina debería salir y decir: 'estamos cansados de la impunidad, señores'. No esperaba tanta gente, es impresionante el acompañamiento. Yo solo salí a pedir ayuda porque mi hija no aparece, pero no tengo entorno político, conocidos, nada", explicó al frente de la movilización.
¿Qué pasó?
El pasado 1 de junio, Cecilia se despidió de su tía abuela, Mercedes Flores, para irse con su pareja, César Sena, de 19 años. El plan era pasar la noche en casa de sus suegros y, al día siguiente, partir juntos a la ciudad de Corrientes para volar hacia la patagónica Ushuaia con previa escala en Buenos Aires.
Nunca volvió a saberse nada más de ella.
En un principio, César fue citado como testigo porque era la última persona que había estado con ella. Dijo que no sabía nada, lloró y deseó que ojalá la encontraran pronto.
Pero la fiscalía descubrió una serie de contradicciones y, una semana después de la desaparición, lo imputó como presunto responsable de homicidio simple.
Acusó, también, a su familia, ya que los investigadores sospechan que el joven mató a Cecilia, y que su padre y su madre, Marcela Acuña, lo ayudaron a desaparecer el cuerpo y a manipular las pruebas del crimen.
Los tres quedaron detenidos el pasado fin de semana, lo que generó una conmoción política, ya que el propio oficialismo provincial solicitó que se cancelara la postulación de Emerenciano a una diputación, y la de Marcela a la intendencia de Resistencia.
Se les imputa el delito de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas". Aunque todavía no se encuentra ningún cuerpo, se presupone un femicidio.
Además de César, Emerenciano y Marcela, hay otros cuatro acusados. Se trata de Gustavo Melgarejo, Fabiana González y Gustavo Obregón, personal que trabajaba con los Sena y que se sospecha fueron cómplices del crimen, más un detenido de identidad reservada.
Reacciones
La desaparición de Cecilia ya copó la agenda mediática y los posteos en redes sociales en vísperas de que en Chaco se lleven a cabo las elecciones internas de candidatos a gobernador y a legisladores locales.
Capitanich, el actual gobernador, busca su tercera reelección, por lo que el domingo se develará si su relación política y personal con los Sena afecta su caudal de votos.
Las críticas en su contra, arrecian. Por eso, la víspera ofreció una rueda de prensa en la que aseguró que, desde el Poder Ejecutivo, apoyarán la búsqueda de justicia.
"Es un profundo dolor para nosotros, para nuestra comunidad y para nuestro pueblo. Repudiamos este hecho aberrante y bregamos por que el hecho se esclarezca y los responsables paguen en la cárcel con todo el peso de la ley”, dijo.
Las esquirlas ya salpicaron hasta convertirse en un escándalo nacional.
En la Cámara de Diputados, por ejemplo, decenas de legisladores de oposición solicitaron la comparecencia de la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, para que explique qué ha hecho la dependencia para colaborar con el esclarecimiento del caso.
Los reclamos de organizaciones sociales, de derechos humanos y colectivos feministas van en aumento. Pero quince días después de la desaparición, todavía no sé sabe con certeza qué pasó con Cecilia.