Matan a más de 500 ballenas en las islas Feroe desde el inicio de la polémica cacería anual (VIDEO)

Esta controvertida práctica comunitaria con más de 1.000 años de historia, conocida como 'grindaráp', ha sido objeto de fuertes críticas por parte de grupos ambientalistas y defensores de los derechos de los animales.

Cada verano, los habitantes de las islas Feroe, territorio autónomo danés en el Atlántico Norte, se organizan anualmente para cazar cientos de ballenas piloto y delfines en una controvertida práctica comunitaria con más de 1.000 años de historia conocida como 'grindaráp'.

Esta tradición, iniciada por los vikingos y que forma parte de la cultura feroesa desde 1584, consiste en interceptar a las presas en mar abierto, dirigirlas hasta aguas poco profundas y acorralarlas con las embarcaciones. Una vez atrapadas en las bahías adaptadas para esta práctica, estas son arrastradas con cuerdas y garfios hasta la orilla, donde son sacrificadas con cuchillos.

Temporada de caza 2023

Este año, la primera cacería de ballenas tuvo lugar a principios de mayo. Desde entonces, se estima que más de 500 ejemplares han sido capturados en cinco cacerías.

De acuerdo a los reportes, este miércoles se realizaron la cuarta y quinta cacería de la temporada, en las que se capturaron 266 y 180 ballenas, respectivamente, sumando un total de 446 ejemplares cazados.

Una práctica duramente criticada

Debido al método utilizado para la matanza de las ballenas y delfines, esta práctica ha sido objeto de fuertes críticas hechas por organizaciones ambientalistas y defensoras de los derechos de los animales, que han llevado a cabo distintas acciones para poner fin a esta práctica milenaria y fuertemente arraigada en la cultura local.

Sin embargo, a pesar de la polémica que esta tradición desata año tras año, las autoridades feroesas aseguran que es una práctica sustentable de la que se beneficia toda la comunidad.

Además, afirman que no pone en riesgo la continuidad de la especie, ya que únicamente se cazan un promedio de 800 ballenas anualmente, mientras que su población global se estima en 778.000 ejemplares.

Del mismo modo, comentaron que el 'grindaráp' se realiza bajo la supervisión de funcionarios elegidos localmente y por personas con la licencia requerida, quienes se encargan de hacer cumplir las estrictas legislaciones ambientales, que estipulan que los animales deben ser sacrificados de la forma más rápida y eficaz posible para evitar su sufrimiento.