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Renuncia el juez del caso 'Catargate' por acusaciones de conflicto de intereses
El magistrado aseguró que su decisión es una "medida cautelar", adoptada con el propósito de que la Justicia continúe ejerciendo su labor "con serenidad".
Michel Claise, el juez belga que dirigía la investigación sobre el escándalo de corrupción dentro del Parlamento Europeo, anunció este lunes que deja la indagación del caso conocido como 'Catargate' en medio de acusaciones de conflicto de intereses, informa Politico.
La oficina del fiscal belga comunicó que la decisión de Claise es una "medida cautelar", adoptada con el propósito de que la Justicia continúe ejerciendo su labor "con serenidad" y manteniendo "la necesaria separación entre la vida privada y familiar de los deberes profesionales". Al mismo tiempo, subrayó "la ausencia de evidencia real para poner en duda la honradez de cualquiera de las partes involucradas".
La renuncia a la investigación por parte del juez se produce después de una solicitud de exclusión presentada este lunes por la defensa del eurodiputado belga Marc Tarabella, uno de los principales sospechosos en este escándalo de corrupción, señala Politico.
¿Conflicto de intereses?
Tarabella, quien siempre ha afirmado ser inocente y previamente intentó sin éxito apartar a Claise del caso, fue liberado recientemente de la obligación de usar un brazalete electrónico y se le permitió salir del arresto domiciliario bajo ciertas condiciones. La defensa de Tarabella alega que el juez fue parcial en las investigaciones debido a sus vínculos con la eurodiputada belga Maria Arena, a quien se señala como parte de un grupo de legisladores que supuestamente cumplían órdenes del exeurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, otro de los principales sospechosos del caso.
En este contexto, se ha revelado que los hijos de Arena y Claise son copropietarios de una empresa. Por su parte, la política belga era una estrecha colaboradora de Panzeri, pero describió sus lazos con el exeurodiputado como una "amistad profesional".
Panzeri acusó a Tarabella de haber cobrado entre 120.000 y 140.000 euros (unos 131.000 y 153.000 dólares, respectivamente) en efectivo mientras era miembro del Parlamento Europeo por su postura favorable en políticas referentes a un país que no pertenece a la Unión Europea.
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