La comisión parlamentaria que investiga los ataques a las sedes de los poderes en Brasilia interrogó este martes a su primer testigo convocado: el polémico exdirector de la Policía Federal de Carreteras (PRF) Silvinei Vasques, al que se acusa de intentar favorecer al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro desde sus funciones.
Vasques ya no estaba al frente de la PRF el pasado 8 de enero, cuando los bolsonaristas radicales arrasaron a sus anchas, ante la pasividad de la policía, los icónicos edificios del presidencial Palacio de Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF).
Dos semanas antes, Vasques se había jubilado, a los 47 años, tras ser destituido por obrar irregularmente en su cargo.
Pero la relatora de la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (CPMI), la senadora Eliziane Gama, propuso que fuera el primer testimonio a interrogar porque supone que debido a su cargo podría ofrecer información valiosa sobre la gestación de los ataques.
Un historial de controversia
Vasques, considerado uno los mayores aliados de Bolsonaro, tiene un largo historial de controversia al frente de la corporación policial.
De hecho, la Policía Federal (PF) investiga si cometió crímenes de prevaricación y violencia política durante y después de las elecciones de octubre, que Bolsonaro perdió frente al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Uno de los hechos indagados son los registros exhaustivos de autocares con votantes que iban a ejercer el sufragio en la segunda vuelta, especialmente en el nordeste, un feudo de Lula, quien acusó a la PRF de querer entorpecer la jornada electoral para beneficiar a Bolsonaro.
También se le cuestiona por no haber ordenado con firmeza el desbloqueo de las carreteras cuando fueron trancadas por bolsonaristas descontentos con la victoria de Lula.
"Una relación muy profesional" con Bolsonaro
Vasques, que también es señalado de haber hecho campaña a favor de Bolsonaro durante el ejercicio de su cargo, dijo en su declaración que todos esas acusaciones son "la mayor injusticia hecha en la historia de la PRF".
"Se habló mucho de que la PRF, en la segunda vuelta de las elecciones, dirigió su inspección al nordeste brasileño, eso no es cierto. No es cierto porque el nordeste brasileño es la región donde tenemos más infraestructura de la PRF en Brasil", dijo.
Además, aseguró que no tiene una "una relación íntima" con Bolsonaro y que nunca votó por él. "Lo que teníamos era una relación muy profesional", dijo.
"Calla la boca"
La sesión de la comisión fue muy tensa, incluso tuvo que ser interrumpida por discusiones entre los legisladores, con insultos y gritos de "calla la boca".
Los ataques de Brasilia, cuyas imágenes motivaron una gran condena dentro y fuera de Brasil, extremaron la polarización entre el oficialismo y la oposición bolsonarista, que tiene una gran fuerza en el Congreso.
El asunto está siendo investigado en el Supremo, en un proceso en el que también está incluido el expresidente Bolsonaro, considerado instigador de los ataques por su insistente campaña sin pruebas contra la fiabilidad del sistema de voto electrónico.
Pero, ante la gravedad de los hechos, los legisladores decidieron emprender otra investigación que podría durar unos seis meses. Su foco está puesto en los bolsonaristas responsables de los ataques, y esto incluye a los asaltantes, los organizadores de los actos, los financiadores de los campamentos y los autores intelectuales.
Los legisladores tienen una larga lista de posibles entrevistados, que darán lugar seguramente a acaloradas sesiones.
Este martes, acordaron interrogar a un exministro de Seguridad Institucional, a un exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia y a un coronel que mantuvo "conversaciones golpistas" con un ayudante de Bolsonaro.