El alargamiento extremo del cuello fue una estrategia evolutiva común entre los reptiles marinos del Mesozoico que se desarrolló de forma independiente en varios linajes. La fisonomía de estos reptiles, con su largo y desproporcionado cuello, que podía llegar a duplicar o triplicar la longitud del cuerpo, inspiró incluso la leyenda de Nessie, el famoso monstruo del lago Ness.
Más allá del éxito evolutivo y de las ventajas evidentes que ofrecía un cuello extra largo para la depredación de peces, durante casi dos siglos los paleontólogos han especulado sobre la supuesta vulnerabilidad de los reptiles marinos de cuello largo ante el ataque de grandes depredadores, si bien no podían respaldar su hipótesis con ningún fósil.
Al menos hasta ahora, pues un equipo del Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart (Alemania) han podido confirmar esta idea tras examinar sendos fósiles de dos reptiles marinos del Triásico del género Tanystropheus, de 242 millones de años de antigüedad, cuyos cuellos quedaron completamente escindidos de sus cuerpos y presentaban evidencias claras de mordeduras de depredadores, según un comunicado del museo.
Los dos especímenes de Tanystropheus estudiados (de 1,5 y de unos 6 metros de largo) habitaban un mar poco profundo en la frontera entre lo que ahora es Suiza e Italia.
"De las diversas formas de reptiles marinos, el Tanystropheus fue quizás uno de los ejemplos más extraños: tenía un cuello tres veces más largo que su torso, pero solo 13 vértebras extremadamente alargadas. Esto hizo que su cuello fuera particularmente largo, delgado y rígido. Lo más probable es que sirviera para atrapar presas mediante una estrategia de emboscada", señaló Stephan Spiekman, coautor del estudio publicado en Current Biology.
Los paleontólogos encontraron marcas de mordeduras en las vértebras cervicales en ambos especímenes. A juzgar por la ubicación de las mismas en uno de ellos, fueron estas dentelladas las que rompieron el cuello del animal. Debido a la ausencia de la mayor parte del cuerpo del esqueleto fósil, los investigadores concluyeron que la causa de la muerte del reptil fue la decapitación.
Probablemente, un depredador desconocido mordió al Tanystropheus en el cuello y devoró su cuerpo, arrojando su cabeza poco apetecible.
El posible 'decapitador'
Debido a su pequeño tamaño, son muchos los depredadores que podrían haber decapitado a la pequeña especie de Tanystropheus, desde un gran pez depredador hasta otro reptil marino, estiman los investigadores.
"En el caso de las especies grandes, la lista de sospechosos es más pequeña. Solo un reptil marino muy grande habría sido capaz de arrancarle el cuello de un mordisco a un Tanystropheus de 4 metros de largo. Un ancestro de los plesiosaurios, el Nothosaurus giganteus es uno de los principales sospechosos aquí", comentó otro coautor del estudio, el doctor Eudald Mujal.