Algunos tanquistas que participan en la contraofensiva ucraniana en la provincia de Zaporozhie emulan averías en sus carros de combate e incluso intentan evitar participar en los combates. Así lo reportó el pasado 16 de junio la revista alemana Der Spiegel tras hablar con tres tripulantes que operan dos tanques Leopard 2A6 suministrados por Berlín a Kiev y desplegados cerca de la zona de combates.
Según la revista, ninguno de los tres tripulantes del Leopard 2 juzga a los soldados que rehuyen el combate. "Es mejor negarse a entrar en combate que acobardarse en medio de la lucha", explica Hudzik, que se encarga de cargar proyectiles en el cañón. "Si [los rusos] le impactan en la torreta, sólo serás un montón de cenizas", dice Misha, tirador en el tanque.
Los tripulantes confirmaron a Spiegel, que describe en su reportaje las dificultades a las que se enfrentan los militares ucranianos durante su contraofensiva, que tres Leopard se toparon con minas colocadas por militares rusos "prácticamente en todos los lugares".
Uno de los tanques quedó aparentemente destruido, el segundo fue capaz de salir por su propia cuenta, mientras que el tercero seguía atascado en la llamada zona gris no controlada por nadie de forma permanente.
Una de las tareas de los soldados entrevistados consiste en disparar contra las trincheras rusas. "Apunto a un árbol y vuelan trozos de metralla por todas partes. Y abajo, en la trinchera, todos están muertos", afirma Misha. Sin embargo, el soldado se queja del sistema de guiado por láser del tanque que, por ejemplo, presenta fallos a la hora de apuntar a un blanco secundario.
Por otra parte, los tanquistas, que figuran entre "los más experimentados" del Ejército ucraniano tras más de 15 meses de combates, según la revista, reconocen la gran capacidad de resistencia de los soldados rusos. "Los nuevos huirían en cuanto les disparara un Leopard, pero estos cabrones son duros", señala Misha.
Desde el inicio de la contraofensiva de Kiev, a principios de junio el Ministerio de Defensa ruso, ha informado en varias ocasiones de la destrucción de tanques Leopard, así como de otros equipos blindados suministrados por Occidente a Ucrania. Sin embargo, la cartera de Defensa no ha precisado una cifra concreta de las pérdidas de estos tanques.
Este miércoles, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que hasta el 21 de junio un total de 245 tanques y 678 vehículos blindados ucranianos de diferentes tipos han quedado destruidos desde el inicio de la contraofensiva. El mandatario subrayó que, pese a "las graves pérdidas", Kiev "aún no agotado el potencial ofensivo”.