Un anciano de 82 años, desaparecido en una región de la sabana, en estado brasileño de Goiás, fue encontrado por uno de sus hijos ocho días después de perderse y cuando los bomberos ya habían dado por terminada la búsqueda.
José Arteiro Ribeiro salió a pescar el pasado 10 de junio con unos amigos y decidió desmarcarse del grupo para dar un paseo. No regresó.
André Ribeiro, de 39 años, y uno de los 11 hijos del anciano, explicó a Folha de Sao Paulo que su padre es leñador y se desenvuelve bien en zonas boscosas, pero ese lugar no lo conocía. "Es una zona difícil, un verdadero campo. Durante las búsquedas, yo mismo me perdí", detalló.
El 11 de junio, los bomberos activaron la búsqueda, en la que utilizaron perros y drones, pero tras una infructuosa semana, se suspendieron los trabajos.
"Sabía que nunca me abandonarías"
Sin embargo, los hijos de Ribeiro no cesaron en su empeño por encontrarlo. "Empecé a gritar y escuché una voz, un grito débil. Me di cuenta de que era él. Nos comunicamos a través de los gritos. Cuando lo encontré, estaba sentado y llorando", explicó André.
"Cuando me vio, lo primero que dijo fue: 'Sabía que nunca me abandonarías. Te estaba esperando, hijo mío. Sabía que me encontrarías'", comentó en otra entrevista al diario Correio Braziliense.
El anciano contó que para sobrevivir comió semillas, termitas de los árboles e incluso bebió su orina.
Ribeiro fue traslado a un hospital y ya ha sido dado de alta. Uno de los médicos que le examinó explicó que el hombre había sufrido una "crisis laberintitis", una inflamación en el oído que puede provocar un vértigo repentino.
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