Un excursionista llamado Tormod Fjeld encontró por casualidad pinturas rupestres de la Edad de Bronce —período comprendido entre los años 3.300 y 1.200 a. C.— en el municipio de Moss (Noruega), según un comunicado publicado este lunes por el Instituto Noruego para la Investigación del Patrimonio Cultural (NIKU).
El hombre y su familia se detuvieron a descansar cerca de una roca y este se percató de los tonos de color que había en ella, sugiriendo que podían ser algo más que la simple huella de la naturaleza en el lugar.
Por ello, decidió utilizar un programa de su teléfono móvil para resaltar los tonos de color. Fue así cómo descubrió que la piedra en cuestión presentaba claramente un bote con remos, al menos una figura animal y varias figuras humanas.
Entonces Fjeld se puso en contacto con el consejo del condado y con la arqueóloga Jone Kile-Vesik, con quien ha colaborado durante mucho tiempo en relación con los petroglifos y es la mayor experta en el tema de la provincia.
"Hallazgo muy raro"
Recientemente, el investigador y profesor Jan Magne Gjerde, del NIKU, acudió al lugar para evaluar el hallazgo y, tras una serie de investigaciones, concluyó que probablemente se trate de las primeras pinturas rupestres halladas en esa parte del país nórdico.
"Es fácil pensar que tales partes se forman al azar a partir de pigmentos naturales. Pero aquí hay tantas 'coincidencias' reunidas que simplemente no es al azar", explicó Gjerde, que estima que pertenece a la Edad de Bronce.
Por su parte, Kile-Vesik señaló que es un "hallazgo muy raro". Asimismo, detalló que es muy frágil, por lo que no reveló la ubicación exacta del mismo e instó a la población a no tocarlo en caso de que lo encuentren porque podrían borrarse los pigmentos.