Alemania contrata en EE.UU. el suministro de más de 2 millones de toneladas de gas licuado al año
Una antigua subsidiaria alemana del consorcio ruso Gazprom firmó el jueves un contrato a largo plazo de importaciones de gas natural licuado (GNL) desde Estados Unidos en un intento por asegurar los suministros a medida que reduce el consumo de gas ruso.
El control de la empresa Securing Energy for Europe (SEFE), conocida hasta 2022 como Gazprom Germania, fue asumido ese año por el regulador nacional, la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzagentur). A través de un comunicado la firma alemana señaló que la compañía estadounidense Venture Global LNG es su nuevo socio e indicó que el volumen de entregas de gas licuado contratado asciende a más de dos millones de toneladas anuales durante 20 años, sin detallar su precio.
El director ejecutivo de Venture Global LNG, Mike Sabel, calificó la colaboración como una "asociación estratégica con SEFE" y destacó que los volúmenes contratados convierten a su empresa "en el mayor proveedor del GNL a largo plazo para Alemania".
"Al unir fuerzas con Venture Global LNG, SEFE da otro paso importante en nuestra misión de asegurar energía para los clientes alemanes y europeos y satisfacer la demanda energética de la región", declaró, por su parte, el presidente ejecutivo de la empresa alemana, Egbert Laege.
La firma estadounidense enviará a Europa el hidrocarburo proveniente de su proyecto de gas natural licuado Calcasieu Pass 2 (CP2, Luisiana), que todavía está en desarrollo. Se espera que la terminal se construya para finales de 2023 y tenga una capacidad de 20 millones de toneladas de gas licuado al año.
Alemania recibe actualmente GNL a través de terminales flotantes en los puertos de Wilhelmshaven, Brunsbuttel y Lubmin. A la par, está construyendo rápidamente infraestructura para reemplazar los suministros por gasoducto desde Rusia.
Por su parte, el diputado del Bundestag Andrej Hunko advirtió en marzo pasado contra la dependencia excesiva del gas licuado estadounidense. Destacó que es "mucho más caro y peor desde un punto de vista ecológico" que el gas natural que llegaba al país desde el este. A juicio del legislador, el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2, la ruta de suministro de gas por el fondo del mar Báltico, ha convertido la dependencia alemana del gas natural ruso en una adicción al GNL de EE.UU., "lo cual también es un problema".
El año pasado, el primer ministro del estado federal alemán de Sajonia, Michael Kretschmer, afirmó en una entrevista que Alemania no podría prescindir de los suministros gasísticos rusos en los próximos cinco años.