Los serbios étnicos de Kosovo están siendo perseguidos por el gobierno de Pristina y es el deber de la misión KFOR y otras organizaciones internacionales de seguridad poner fin a estos actos, afirmó este viernes el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Serbia, Milan Mojsilovic.
En un mensaje televisado sobre la situación en la región autoproclamada, el alto militar acusó al gobierno kosovar de Albin Kurti de "realizar un terrible pogromo diario contra el pueblo serbio en Kosovo y Metojia", nombre que Serbia sigue utilizando para la región de mayoría albanesa étnica.
"Los serbios son objetivos diarios de Albin Kurti. Su única falta es tener nombres y apellidos serbios, y probablemente que no quieren dejar su hogar. El terror llevado a cabo por el régimen de Kurti ya se vuelve insoportable físicamente", afirmó Mojsilovic.
Asimismo, dijo haber informado al comandante de la KFOR que Belgrado está "siguiendo los eventos con gran ansiedad" y exige que esa misión de la OTAN y otras instituciones de seguridad nacionales "tomen medidas urgentes para proteger al pueblo serbio y su derecho a existir".
El general señaló que Serbia ha cumplido todas sus obligaciones en virtud de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, el acuerdo técnico-militar de Kumanovo y otros, "pero hoy está claro que la comunidad internacional no ha cumplido las suyas".
De recibir la orden del presidente serbio, el Ejército "realizará plenamente sus tareas en relación con la crisis de seguridad de acuerdo con la Constitución de Serbia y la Carta de la ONU", agregó el militar.
Mojsilovic se reunió este viernes con el presidente Aleksandar Vucic tras la detención de otro serbio en el norte de Kosovo y la aparición de videos en las redes sociales que muestran a tropas albanesokosovares fuertemente armadas desplegándose cerca de la ciudad de Kosovska Mitrovica, en una zona norteña poblada mayoritariamente por serbios.
El gobierno de Kurti ha detenido a más de una decena de personas de etnia serbia en las últimas semanas. Pristina ha presentado las detenciones como la aplicación del "Estado de derecho" en todo el territorio de Kosovo. Mientras Belgrado ha descrito la situación como una "guerra híbrida" destinada a intimidar a la comunidad local y consentida por Occidente.
La OTAN tomó el control de Kosovo en 1999, tras librar una guerra aérea de 78 días contra Serbia apoyando a los separatistas de etnia albanesa. Aunque la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU confirmó la integridad territorial de Serbia, el gobierno provisional de Pristina declaró su independencia en 2008. La negativa de Belgrado a reconocer la secesión ha sido apoyada por cerca de la mitad de los países del mundo, entre ellos Rusia, China e India.