El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Serguéi Narýshkin, ha manifestado que, de acuerdo con los datos recopilados por el organismo que encabeza, "las élites globalistas, famosas por su pasión por adueñarse de las propiedades ajenas, están intensificando sus esfuerzos para saquear Ucrania". El alto funcionario ha precisado que, si anteriormente estas élites se centraban en conseguir los recursos financieros y materiales de Ucrania, como cereales y suelo fértil, "ahora están extendiendo sus manos hacia objetos sagrados ortodoxos ubicados en territorio ucraniano".
Según la Inteligencia Exterior rusa, las autoridades de Kiev y los representantes de la Unesco han llegado a un acuerdo para sacar varios objetos ortodoxos, incluidas reliquias sagradas, del territorio del Monasterio de las Cuevas de Kiev y transferirlos a museos de Italia, Francia, Alemania y el Vaticano bajo el pretexto de protegerlos ante los ataques de los misiles rusos.
Para la fecha, ya se ha realizado un inventario de los bienes del monasterio, se ha asignado un presupuesto para transportar estos objetos sagrados a Europa y se han preparado vehículos, algunos de los cuales están equipados con unidades de refrigeración.
Al mismo tiempo, el líder de la Iglesia ortodoxa ucraniana, el metropolita Onufrio, fue informado de que los íconos, las reliquias y utensilios sagrados serían trasladados temporalmente bajo el pretexto de su seguridad "hasta que la situación en Ucrania vuelva a la normalidad".
"Lo roban y no devolverán nada"
"No hay duda de que la devolución de estas reliquias no forma parte de los planes de Occidente y de la junta títere de Kiev", ha aseverado Narýshkin, indicando que "este atentado de herejes contra el Monasterio de las Cuevas de Kiev representa una continuación lógica de la historia de la partida secreta del territorio de Ucrania de los íconos bizantinos más antiguos, que desde este 14 de junio se exhiben en el Louvre francés".
Narýshkin ha revelado que dicha "operación especial fue organizada por la ONG suiza la Alianza Internacional para la Protección del Patrimonio en Zonas en Conflicto (ALIPH), que actúa en coordinación con la Unesco y está encabezada por el coleccionista privado estadounidense T. Kaplan.
El jefe de la Inteligencia Exterior rusa ha subrayado que "la flagrante situación en torno a la herencia ortodoxa es una prueba convincente de que las élites occidentales necesitan a Ucrania únicamente como ariete contra Rusia y como medio de enriquecimiento".
"Según sus cálculos, cuanto más destructivo y prolongado sea el conflicto en Ucrania, más objetos valiosos podrán robar, si llamamos las cosas por su nombre"
"Sin embargo, los asaltantes occidentales de tumbas olvidan que para ellos estos objetos robados son solo artefactos caros, pero para el mundo ruso son artefactos invaluables, los vamos a recuperar y definitivamente los recuperaremos", ha afirmado Narýshkin. "Para nuestro país, la defensa del territorio del Monasterio de las Cuevas de Kiev tiene una profunda dimensión espiritual, lo que significa que nuestra determinación de completar la operación militar especial solo se está fortaleciendo", ha concluido.
"Un ejemplo más de la criminal trayectoria de Zelenski"
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó que se trata de "un ejemplo más de la criminal trayectoria" del presidente Vladímir Zelenski, destinada a "destruir los fundamentos tradicionales de la sociedad ucraniana y socavar los centenarios lazos espirituales comunes para los pueblos" de Rusia y Ucrania.
"Se trata no solo del saqueo banal de un santuario, sino de privar al pueblo ucraniano y a toda la ortodoxia mundial de su patrimonio religioso, cultural e histórico. Es evidente que los neonazis de Kiev son ajenos a los intereses del pueblo del país y de la propia Ucrania. Para su propio beneficio, siguen vendiéndola [Ucrania] pieza a pieza, enviando a Occidente tierra negra, grano, personas e incluso sus órganos", declaró.
De acuerdo con la funcionaria, la persecución masiva a la que las autoridades ucranianas someten la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs), una rama del Patriarcado de Moscú, es uno de los temas importantes de las conversaciones periódicas de Moscú con los dirigentes de la Secretaría de la Unesco.
Según sus palabras, Rusia recibió "garantías inequívocas de que la institución no toma ni tomará parte en el traslado de reliquias ortodoxas de Ucrania" y, en particular, del territorio del Monasterio de las Cuevas de Kiev. "Teniendo en cuenta que está en juego la credibilidad internacional de la Unesco, esperamos que las palabras de la Secretaría no se aparten de sus hechos", señaló Zajárova.
Además, sostuvo que, a diferencia de los militantes del régimen de Kiev que "utilizan sistemáticamente los lugares religiosos y culturales con fines militares", las Fuerzas Armadas rusas, por su parte, "están tomando todas las medidas posibles para impedir las violaciones de las obligaciones" en virtud de las convenciones de la Unesco sobre la protección del patrimonio cultural en caso de conflicto armado de 1954, sobre Medidas que Deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales, de 1970, y sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, de 1972.