Ola de violencia en Chiapas: lo que se sabe del secuestro de 16 funcionarios al sur de México

López Obrador había asegurado que en ese estado predominaban "la paz y la tranquilidad".

El secuestro de 16 empleados administrativos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas puso en evidencia el creciente clima de violencia que enfrenta este estado del sureste mexicano y que diferentes colectivos, entre ellos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), han denunciado en las últimas semanas.

La noche del martes, la dependencia confirmó que los funcionarios habían sido privados de la libertad por personas armadas en el tramo carretero Ocozocoautla-Tuxtla Gutiérrez.

Originalmente se manejaba la cifra de 14 funcionarios secuestrados, pero las autoridades locales actualizaron el dato a 16 durante la jornada del miércoles. 

La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Gabriela Zepeda Soto, informó que en coordinación con fuerzas federales y estatales se desplegaron más de 1.000 elementos para su localización.

"De manera inmediata se estableció un operativo permanente por aire y por tierra con todas las fuerzas armadas para dar con el paradero de los compañeros privados de la libertad, realizando todas las acciones necesarias para encontrarlos y llevar a los responsables ante las autoridades competentes", aseguró la Secretaría un comunicado.

La noticia provocó una conmoción por el mecanismo utilizado por los criminales y el número de víctimas. Aunque ninguna organización se ha adjudicado el secuestro, la región es disputada desde hace años por el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Videos publicados en redes sociales muestran que hombres armados, vestidos de negro y encapuchados, interceptaron el autobús oficial en el que viajaban los funcionarios, quienes se dirigían a Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado.

Una vez que detuvieron el vehículo, bajaron a los hombres y los subieron a un camión de carga. Solo dejaron que las mujeres siguieran al interior del autobús oficial, que después pudo avanzar.

"No vamos a descansar hasta localizarlos sanos y salvos", enfatizó Zepeda Soto.

Prueba de vida

Este miércoles se difundió otro video en el que los trabajadores aseguraron que están bien y dieron a conocer los reclamos de los secuestradores.

"A nombre de mis compañeros, quisiera externar que estamos muy bien, que no se preocupen nuestras familias", señala uno de los empleados que fue obligado a actuar como vocero.

En la grabación, el uniformado solicita al gobernador "su valiosa intervención" para que se destituya a tres funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública de Chiapas.

"El problema es con la Policía estatal, no hay ningún problema con ninguna otra autoridad", afirmó.

Denuncias

La semana pasada, las comunidades bases de apoyo del EZLN en Chiapas denunciaron una creciente ola de agresiones armadas cometidas en su contra por parte de organizaciones paramilitares, por lo que reforzaron campañas locales e internacionales para pedir el fin de la violencia.

"Chiapas, la violencia que arriba pretenden ocultar", titularon el comunicado en el que recordaron que el pasado 8 de junio hubo movilizaciones en 72 ciudades de decenas de países para denunciar los ataques cometidos el 22 de mayo por el grupo paramilitar Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao).

Durante la agresión, que duró cinco días, el zapatista Jorge López Sántiz todavía padece graves secuelas porque fue herido de bala.

"Las movilizaciones fueron la respuesta organizada de miles de personas que vemos con alarma cómo crece la violencia contra las comunidades zapatistas y contra los pueblos de Chiapas y de México. Nuestro llamado de alto a la guerra llegó a muchos oídos y corazones, pero no al Estado mexicano y su clase política", acusaron.

En respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró el viernes pasado que no se trataba de una ola de violencia, sino de casos puntuales.

"En general hay paz, hay tranquilidad en Chiapas (…) sí hay cuestiones que nosotros lamentamos mucho, a veces hay enfrentamientos de grupos, pero estamos atendiéndolos, está la Guardia Nacional y estamos buscando que se dialogue, que se llegue a acuerdos, que no haya represión, y vamos avanzando", afirmó en conferencia de prensa.

En esa misma línea, insistió: "Hay algunos casos, pero no es una acción así, deliberada, una embestida. Existen problemas con los antiguos adversarios que se crearon, incluso al interior de la misma organización, pero tampoco es un asunto extendido, grave, y no lo deseamos", dijo.

Este miércoles, López Obrador no quiso dar mayores detalles del tema en su conferencia de prensa. "Lo estamos atendiendo", afirmó brevemente al ser consultado por el secuestro masivo en Chiapas.