Al suministrar armas a Ucrania, Occidente "financia 'secretamente' a sus corporaciones militares y obtiene fabulosos beneficios", y no le preocupa que las pérdidas de Kiev se cuenten por decenas de miles y que ya "no queden suficientes plazas en los cementerios ucranianos", declaró este jueves el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad, Nebenzia afirmó que, en un contexto en el que que los países occidentales intentan echarle la culpa del conflicto ucraniano a Rusia, las amenazas relacionadas con el suministro de armas al régimen de Kiev "siguen creciendo y multiplicándose".
"Enorme provecho" para las corporaciones occidentales
Señaló que aunque Occidente "se obstina en hacer olvidar a la comunidad internacional" que la crisis ucraniana, al igual que las entregas de armas, comenzaron mucho antes de 2022, gracias a las revelaciones de varios políticos, como el expresidente francés François Hollande y la excanciller alemana Angela Merkel, el mundo sabe que "el 'bombeo' sistemático de armas a Ucrania y sus preparativos para la guerra con Rusia durante todos estos años se estaban llevando a cabo 'tras la pantalla' de los acuerdos de Minsk".
De acuerdo con el diplomático ruso, ahora los aliados de Kiev intentan "presentar el asunto de tal manera que solo empezaron a armarlo" desde el año pasado "para repeler la 'agresión rusa'". "Este esquema en un año y medio se ha convertido en una especie de empresa militar privada 'Ucrania': los países de la OTAN suministran armas, en su mayoría reciclando sus viejos arsenales, financian 'secretamente' sus corporaciones militares, obteniendo enorme provecho, mientras los ucranianos luchan y mueren por decenas de miles en el campo de batalla", explicó.
Occidente es parte del conflicto
Nebenzia recordó también que los países occidentales ahora "no solo están bombeando armas sin control al régimen de Kiev, sino que también entrenan a las Fuerzas Armadas ucranianas y a batallones nacionalistas en sus territorios", entre otras cosas, al tiempo que aseguran que no están implicados en el conflicto con Rusia. "En otras palabras, parece que son neutrales. Sin embargo, el derecho internacional, incluidas las disposiciones de las Convenciones de La Haya de 1907 y el derecho internacional consuetudinario, prohíbe inequívocamente a los Estados neutrales emprender acciones de este tipo. De hacerlo, perderían su neutralidad y se convertirían en parte de un conflicto armado", señaló.
Además, refiriéndose a las declaraciones de líderes occidentales de que su objetivo es infligir a Rusia una "derrota estratégica en el campo de batalla", subrayó que "habiendo perdido completamente el contacto con la realidad, Occidente está provocando deliberadamente un choque directo entre las potencias nucleares".
"Ya no hay suficientes plazas en los cementerios ucranianos"
Según el alto funcionario, en lugar de permitir a Ucrania acordar con Rusia la coexistencia pacífica durante las conversaciones de paz celebradas en la ciudad turca de Estambul en marzo de 2022, ellos decidieron armarla "con la loca esperanza de que pueda derrotar" al país euroasiático. Al mismo tiempo, Nebenzia subrayó que "el equilibrio de poder no se verá alterado por ningún suministro de armas, y la mayoría de los expertos militares independientes ya admiten abiertamente que la derrota del régimen de Kiev es solo cuestión de tiempo".
Afirmó que Ucrania ya no dispone armas propias, porque el equipamiento occidental entregado "está siendo quemado", mientras que el ucraniano y otros viejos equipos soviéticos también casi han desaparecido. "Sin embargo, todavía hay ucranianos que están siendo llevados al matadero en el marco de la llamada 'contraofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas'. [...] La reserva de movilización del régimen de Kiev aún no se ha agotado, aunque todo se encamina hacia ello, pero -y esto es sumamente triste- ya no hay suficientes plazas en los cementerios ucranianos", declaró.
Nebenzia señaló que "solo los propagandistas occidentales promueven eslóganes vacíos y sin sentido de que Ucrania puede ganar", subrayando que al final lo único que les importa es "debilitar a Rusia lo máximo posible". "Seguir suministrando armas occidentales no llevará al resultado deseado por Occidente: derrotar a Rusia en el campo de batalla e infligirle una derrota estratégica. Me gustaría que nuestros colegas occidentales se dieran cuenta de ello lo antes posible", concluyó.