La oposición en México se quedó sin cuatro precandidatos presidenciales en solo una semana, luego de que las senadoras Lilly Téllez y Claudia Ruiz Massieu, el legislador Germán Martínez y el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, renunciaran a sus postulaciones.
Téllez, Ruiz Massieu y Martínez anunciaron que abandonaban la carrera presidencial, inconformes con el mecanismo de definición de la candidatura diseñado por la alianza opositora Frente Amplio por México, que aglutina a las principales fuerzas rivales del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Vila, por su parte, anunció que prefería continuar su sexenio como gobernador para terminar con los proyectos que están pendientes en su estado.
La única que esta semana confirmó su postulación fue la senadora Xóchitl Gálvez, quien por ahora es la única precandidata de la oposición rumbo a las elecciones presidenciales que se realizarán el 2 de junio del próximo año.
Con estas renuncias, el Frente Amplio por México, que aglutina principalmente a fuerzas de derecha, acentúa su fragilidad política, ya que las encuestas le siguen siendo favorables al presidente, quien goza de una popularidad de entre el 60 % y el 70 %.
A nivel de coaliciones, el bloque oficialista que encabeza el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido que fundó López Obrador, cuenta con una intención de voto que se acerca al 50 %, lo que duplica la que registran los partidos del Frente Amplio por México.
Argumentos
El primero en bajarse de la lista fue Germán Martínez, quien el pasado domingo denunció una serie de anomalías en el proceso de selección del candidato presidencial del bloque opositor.
"El método que se está construyendo ni es de partidos, ni es plenamente de ciudadanos, ni es una encuesta, ni es una elección abierta a todas y todos los ciudadanos", señaló.
Parte de la inconformidad se centra en el hecho de que la coalición anunció un sistema casi calcado del que está llevando a cabo el oficialismo, ya que la candidatura presidencial se definirá a través de encuestas y el nombre del ganador, o ganadora, se dará a conocer en septiembre.
También el domingo, Vila publicó en sus redes sociales una carta en la que enumeró las tareas pendientes en Yucatán y aseguró que ser candidato a la presidencia "es un privilegio pero también una gran responsabilidad" que por ahora no asumirá porque prefiere seguir como gobernador.
"La alianza necesita un candidato de tiempo completo", dijo sin lanzar ninguna crítica al proceso interno y expresó su deseo de que lograrán postular a un político que logre "la unidad nacional".
El miércoles, a la lista de "renunciantes" se sumó Téllez, pero su decisión provocó más ruido ya que era una de las precandidatas con más intención de voto en la oposición. Al igual que Martínez, se quejó del mecanismo de elección.
"Mi posición ha sido muy clara, el método, así como se ha planteado, no garantiza que existan plenas condiciones de equidad entre aspirantes (…) a dos meses de definir al ganador, no hay árbitro, lineamientos técnicos, ni procedimientos delimitados. Ante estas circunstancias ya he decidido que no participaré en este proceso", anunció.
Crítica a actos anticipados
El jueves fue el turno de Ruiz Massieu. "Hoy tomo una decisión meditada, con profunda responsabilidad y congruencia. He decidido no participar en el proceso que impulsa el Frente Amplio por México. Entre lograr lo posible y hacer lo correcto, me decido por lo segundo", dijo al recordar que la coalición opositora había criticado a Morena por hacer actos anticipados de campañas, pero terminó haciendo lo mismo.
Además de Xóchitl Gálvez, algunos de los políticos opositores que siguen en la carrera presidencial son el presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel; el excanciller José Ángel Gurría; y el exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, aunque todavía no han oficializado sus postulaciones.
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